Covid-19, cuándo actuar

Covid-19, cuándo actuar

Compartir

La presencia de una epidemia con las características de covid-19, con elevada propagación —R0 2,35 o superior (casi tres veces más que la influenza)—, de alta mortalidad y con ausencia de inmunidad natural y vacunas que lo neutralicen, ha puesto en una situación de máxima exigencia a los gobiernos y sistemas de salud del mundo.

En Chile, precozmente, cuando se tuvieron los primeros informes de China, se comenzaron a tomar medidas de mitigación ante un fenómeno desconocido, futuro e incierto, pero que todavía podía percibirse como lejano por parte de la población.

La evolución de la epidemia ha instalado una natural tensión en relación con las medidas a adoptar y la velocidad que tendrá su implementación, al igual como ocurrió en Reino Unido, Alemania, etcétera.

Esta obedece a la incertidumbre que representa un hecho imprevisible que amenaza a la sociedad en su conjunto, sobre el cual las experiencias previas dejan algunas enseñanzas, pero por el comportamiento del agente no es posible reproducirlas de manera idéntica y establecer intervenciones que entreguen certeza y predicciones tranquilizadoras a la población y la autoridad sanitaria.

Las medidas que se han detectado como exitosas para las intervenciones no farmacológicas de esta epidemia establecen dos grandes ejes de intervención.

El primero es el aislamiento social, y el segundo, el control de la propagación mediante test de diagnóstico de la enfermedad y aislamiento en sistema de clústeres.

En relación con el primero, en los días previos se suscitó una controversia entre autoridades locales y sanitarias sobre la necesidad de profundizar el bloqueo. Esta situación se podría repetir en la medida que la epidemia progrese o cuando se deban liberar las restricciones. Existen criterios que pueden ayudar a esclarecer esta situación. Así se podrá consensuar un camino común, evitando que la discusión tome ribetes que distraen del núcleo y no contribuyen a la tranquilidad y confianza que la población se merece para entender y asumir con disciplina las medidas adoptadas, que comprometerán su rutina de vida por algún tiempo.

Los modelos que ayudan a predecir el comportamiento futuro de los contagios entregan una serie de indicadores, como la velocidad de propagación, el índice de contagio y el número de casos nuevos, que sirve para monitorear el efecto de las intervenciones y ajustar las estrategias, en concomitancia con las capacidades que el sistema de salud posee para responder a la demanda de atención.

Más aún, investigadores del Centro Interdisciplinario de Neurociencia de Valparaíso han incorporado un modelamiento que permite identificar comportamientos disímiles entre distintas comunas de la Región Metropolitana.

Sobre la base de estos datos sería de interés que se recoja esta información para que, sumada a la existente, se pueda generar conocimiento científico y abrir espacios de discusión ilustrada que permitan enriquecer aún más la toma de decisiones. Contribuirá también que se compartan de manera sistemática todos los datos disponibles, para que los investigadores continúen enriqueciendo sus modelos y ajustando los pronósticos.

En momentos de grandes decisiones cuyos resultados, aun cuando se haga todo el esfuerzo, pueden ser adversos, se requiere que todos, sin distingo, actuemos con grandeza, generosidad y humildad, de manera tal que todo un país se sienta partícipe y comprometido con el llamado de atención que nos ha hecho la naturaleza a cuidarnos y protegernos entre todos. (El Mercurio)

Dr. Emilio Santelices Cuevas
Exministro de Salud

Dejar una respuesta