Coronavirus y recesión

Coronavirus y recesión

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La medidas de restricciones o impedimento de desplazamiento y de funcionamiento de distintos lugares que congregan personas, tales como restaurantes y otras actividades, apuntan a disminuir la velocidad y, por ende, atrasar el peak de contagios por coronavirus y evitar así el colapso de los sistemas de atención de casos graves.

Sin embargo, al ser generalizadas y no discriminar los casos de mayor riesgo de mortalidad, como lo es la población de adultos mayores, están predisponiendo a los países a caer en una paralización, destrucción de empleos y consecuente recesión, que tendrá graves efectos en el bienestar y posibilidad de resolver en el futuro los grandes problemas que demandan los ciudadanos.

Distinto sería el caso si se decidiese aislar solo a los casos de mayor riesgo de mortalidad, como lo es la población de adultos mayores, o aquellas personas de salud comprometida, como enfermos crónicos o los que previo un test hayan dado un resultado positivo. El resto de la población, que no conviva con personas en situación de riesgo, podría continuar desempeñando sus labores, con riesgo de infección con baja mortalidad y consecuente inmunización. Así el país no caería en un estado de paro, con destrucción de actividades que difícilmente se recuperarán.

En síntesis, la crisis duraría solo algunos meses, en lugar de los 18 a 24 meses que se pronostican con la metodología actual. (El Mercurio Cartas)

Marcos Zylberberg Klos

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