Coronavirus y la falta de educación cívica- José Miguel Serrano

Coronavirus y la falta de educación cívica- José Miguel Serrano

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El consejo asesor presidencial contra los conflictos de interés, el tráfico de influencias y la corrupción, presidido por Eduardo Engel, hizo recomendaciones en abril de 2015 que apuntaban directamente a la formación en valores cívicos y al desarrollo de capacidades para abordar los dilemas éticos y de corrupción. A mi modo de ver, el tema de mayor interés de dichas recomendaciones estuvo centrado en la necesidad perentoria de crear en Chile una formación en consideraciones cívicas que contribuyan a fomentar el bien común, y el respeto a la convivencia pacífica.

Si bien el Informe final de la “comisión Engel” priorizaba de manera importante el sistema educacional chileno, me parece que todo lo relacionado con la educación cívica es crítico y debe hacerse extensivo a la totalidad de la población nacional, principalmente en estos momentos, cuando existe una manifiesta tendencia hacia la agitación civil y las manifestaciones sociales. Los chilenos y chilenas debemos desarrollar ciertos conocimientos que nos permitan a lo menos: (a) ser capaces de convivir en una sociedad respetuosa de las diferencias y de participar en la construcción del país, contribuyendo como ciudadanos en diversos ámbitos del quehacer nacional; (b) ser personas con una fuerte formación ética, capaces de convivir e interactuar pacíficamente en base a principios de respeto al prójimo, transparencia, cooperación y libertad, y (c) contribuir a que Chile pueda avanzar socialmente a partir de un desarrollo económico sostenible y justo con los demás, y con el entorno.

El actual malestar civil no representa un buen momento para comenzar a predicar sobre las bondades de una indispensable educación cívica para todos los ciudadanos del país, pero llegará la instancia en que debamos hacerlo (incluyendo a la policía uniformada, que se encuentra capturada por un “desmadre” bastante generalizado). Por ahora, se puede afirmar que “los árboles no dejan ver el bosque”, habida cuenta del ruido ambiente imperante. Y es justamente este factor el que me lleva a pensar que en las actuales circunstancias, va a ser sumamente complejo implementar los controles y programas necesarios para contener la expansión del coronavirus a lo largo y ancho del territorio nacional.

La Tercera

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