“Nos parece impresentable que a seis días de dejar el gobierno, la Nueva Mayoría ingrese el proyecto de reforma al Crédito con Aval del Estado (CAE). Es como una burla y un intento desesperado por aumentar su lista de ‘compromisos cumplidos’ sin ninguna seriedad”. Con duras palabras el vocero de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), Alfonso Mohor, catalogó la presentación del Crédito Estatal para la Educación Superior, que busca reemplazar el actual sistema de financiamiento CAE.
Una de las principales demandas estudiantiles tiene que ver con reemplazar este sistema, debido al sobreendeudamiento que ha generado y la presencia de la banca. Incluso pidieron, en su momento, condonar la deuda. En ese contexto, el gobierno adquirió hace un año y medio el compromiso de presentar un sustituto para este tipo de financiamiento de acceso a la educación superior.
Si bien la ministra de Educación, Adriana Delpiano, señaló que el proyecto estaba listo el año pasado, su ingreso se habría postergado por el período de elecciones presidenciales.
“Se había tomado la decisión de enviarlo el 7 de noviembre, pero estábamos en plena elección. Se transformó en un tema electoral y mandar un proyecto con grados importantes de realismo en ese tiempo no iba a ser el mejor clima para poder discutirlo. Por eso lo estamos enviando hoy al Parlamento”, manifestó Delpiano.
El proyecto de ley que reemplaza al CAE indica la creación de un nuevo Crédito Estatal para la Educación Superior (Cepes) que elimina la participación de la banca y el criterio de pago se establece según los ingresos del estudiante.
La administración del crédito estaría cargo de Ingresa, en coordinación con la Tesorería General de la República, el Servicio de Impuestos Internos y las superintendencias. Este comenzará a cobrarse tras 18 meses de ocurrido el egreso. El período de pago total será en 10 años, y si tras ese plazo la deuda excede 25 UTM ($ 1.182.525) se extenderá por cinco años. Si transcurre ese plazo y el deudor no está en mora, se extinguirá la deuda.
Los jóvenes podrán acceder al beneficio siempre y cuando se matriculen en una institución con acreditación avanzada y/o de excelencia, sobre cuatro años.
REACCIONES
Desde la Confech, Alfonso Mohor dijo que “insistimos en que es un reflejo de que la Nueva Mayoría nunca ha sentido un compromiso real con el derecho a la educación y con la liberación de una carga económica brutal que pesa sobre las familias producto de un crédito que ellos mismos crearon para favorecer a la banca, más que a las y los estudiantes de Chile”.
En esa línea, el líder de los estudiantes universitarios expresó el parecido del proyecto que reemplazaría al CAE con las propuestas de Sebastián Piñera.
“Es en un 90% similar a las propuestas de Sebastián Piñera. Por lo tanto no vemos diferencias sustantivas entre un proyecto político y otro. Ambos siguen entendiendo la educación como un bien de consumo y no como un derecho social”, enfatizó.
Misma percepción sostuvo el diputado Jaime Bellolio (UDI). “La propuesta que hizo Sebastián Piñera es mejor que lo que hemos conocido hoy, que es que la tasa de interés va a ser subsidiada dependiendo de los ingresos. A nosotros nos parece mucho mejor que el pago dependa de los ingresos. Vamos a ver con detalles este proyecto y mejorar lo que se pueda. No vamos a venir con la retroexcavadora”.
Si bien el senador Jorge Pizarro (PPD) destacó la línea del proyecto, agregó que “llama la atención que no haya sido conversado con quienes formamos parte del gobierno (…) Los partidos tampoco han sido consultados”, dijo Pizarro.
Por su parte, Carlos Montes (PS) lo calificó como “un paso adelante respecto a lo que hay en el sistema actual”, añadiendo que “hay preocupaciones sobre qué va a pasar con los que jóvenes que tienen crédito de Fondo Solidario, además del tratamiento contable respecto al balance estructural. Eso tenemos que verlo en la discusión misma del proyecto”. En la presentación, Bachelet señaló que “Nunca es tarde para introducir mejoras y condiciones a un sistema educacional cuando este está lejos de los óptimos de calidad y equidad”. (La Tercera)
