En una nueva jornada de votaciones, el Comité Experto despachó este viernes el capítulo IV sobre el «Congreso Nacional», aprobando, por ejemplo, las normas que establece un umbral del 5% para tener cupos en el Parlamento.
El anteproyecto mantiene el bicameralismo con la existencia de una Cámara de Diputados y un Senado. Sin embargo, entre sus innovaciones está el cambio de las elecciones parlamentarias para la segunda vuelta presidencial.
«Las elecciones de diputados y de senadores se efectuarán conjuntamente, el cuarto domingo después de efectuada la primera votación para elegir al Presidente de la República», se establece.
Según el comisionado Sebastián Soto (cupo Evópoli), esto «permite retrasar el síndrome del pato cojo, y permite que los tres primeros años sean años para gobernar y sólo el cuarto sea de elecciones».
Pero sin duda una de las normas que más ha llamado la atención es el «umbral» del 5% de votación nacional en las elecciones parlamentarias para que los partidos puedan tener cupos en el Congreso, salvo si el partido tiene «escaños suficientes para sumar como mínimo ocho parlamentarios».
El artículo donde está dicha norma fue aprobado por 23 votos a favor y una abstención d la comisionada Magaly Fuenzalida (cupo FRVS).
Sin embargo, la norma se aplicaría con gradualidad y para el primer año se pedirá un 4% o cuatro legisladores, aprobadas por unanimidad. A esto último aludió el comisionado Juan José Ossa (RN), quien comentó que algunos líderes de partidos «siguen hablando del umbral del 5%, sin darse por aludidos que existen estas otras alternativas y estas reglas transitorias».
Al contrario, la comisionada Magaly Fuenzalida (cupo FRVS) expresó que «la cuota fijada en un 5% a nivel nacional resulta un guarismo excesivo a mí criterio, más aún cuando se contabilizan los votos a nivel nacional. Esto sólo favorecerá a los partidos más grandes, dificultando enormemente la posibilidad de representación para partidos que tengan su fuerte en la representación regional. En otras palabras, los partidos regionales y los que tengan fuerte representación en la Región Metropolitana serán los que prevalecerán».
En el texto no se hacen cambios al sistema electoral proporcional, se mantienen los pactos electorales y las listas abiertas de candidatos, pese a que el oficialismo buscaba avanzar en listas cerradas.
Han generado diferencias entre los comisionados la norma que plantea que «la ley podrá establecer mecanismos para promover la participación política de los pueblos indígenas en el Congreso Nacional», pese a que no se fijan escaños reservados para éstos.
Fue aprobado por 19 votos a favor, tres en contra de los comisionados Carlos Frontaura (cupo republicanos) y las integrantes propuestas por la UDI, Natalia González y Betina Horst y dos abstenciones de los comisionados UDI Hernán Larraín y Máximo Pavez.
Asimismo, causa diferencias la norma sobre una paridad de salida transitoria y con la cual se señala que se «corregirá la distribución y asignación preliminar de escaños, en elecciones de diputados y senadores, cuando algún sexo supere el sesenta por ciento de los electos en los respectivos actos».
El mecanismo cesará tras dos elecciones o incluso podría terminar antes si aquello se alcanza naturalmente. La norma fue aprobada por 20 votos a favor, cuatro en contra de los comisionados Frontaura, González, Horst y Marcela Peredo (cupo ex PDG y centroderecha).
Al respecto, la comisionada Natalia Gónzalez (cupo UDI) dijo que «yo no comparto los mecanismos tendientes a darle a las mujeres una paridad de salida en el Congreso nacional, tampoco comparto la idea de que los colectivos o pueblos indígenas puedan tener escaños reservados«, agregando que los colectivos están compuestos por una diversidad que puede ser más bien heterogénea.
Según la comisionada Antonia Rivas (cupo Apruebo Dignidad), la «paridad y escaños reservados no son excepciones a la democracia representativa (…) Son profundizaciones de la democracia, la paridad de salida no se trata de darle algo a las mujeres, sino de hacer nuestras instituciones más similares a la composición real de la sociedad».
Voces a favor y en contra también generaron las llamadas medidas antidiscolaje, en favor de la disciplina partidaria.
Se plantea que «cesará, asimismo, en su cargo el diputado o senador que sea sancionado con la expulsión del partido político en conformidad a lo establecido en la ley, y tras un procedimiento justo y racional». El articulo fue aprobado por 23 votos a favor y uno en contra del comisionado Jaime Arancibia (cupo RN). (Emol)
