Este jueves seguirán las conversaciones entre oficialismo y oposición por un nuevo proceso constituyente, desde las 9:30 en la sede del ex Congreso Nacional, en Santiago.
Con el documento que presentaron las coaliciones de gobierno este miércoles -más la DC-, y el que dio a conocer Chile Vamos la semana pasada, ya hay una base para continuar el diálogo que deja ver varias coincidencias y diferencias, pero sobre todo muchos puntos sin resolver.
El primer punto pendiente es si la redacción de una nueva Constitución estará en manos de un órgano 100% electo o no.
El oficialismo adhiere a esa propuesta, pero Chile Vamos solo se ha limitado a declarar que «los chilenos tienen un justo temor de volver a repetir la traumática experiencia de la Convención Constitucional, el mecanismo que encauce el proceso constitucional debe alejarse lo más posible de ahí».
Originalmente estuvieron de acuerdo con un órgano 100% electo, pero tras el desorden en sus internas decidieron retroceder y afirmar que «la fórmula concreta no surgirá del monólogo de ninguna fuerza en particular, sino que será, necesariamente, el fruto de puntos de acuerdo y convergencia».
Lo mismo en cuanto a la paridad y a los escaños reservados, que también propone el oficialismo. Distintos personeros de Chile Vamos han asegurado que un nuevo órgano debería contemplar ambos puntos, pero en la declaración de la coalición no se dice nada de eso. Lo que sí es una coincidencia es que las listas de independientes no se repetirán otra vez, sino que se debería buscar otra fórmula para su inclusión.
Tampoco hay definición sobre el sistema electoral. Ni el oficialismo ni Chile Vamos han hecho una propuesta concreta, pero ya se han evaluado en varios partidos mecanismos como listas cerradas nacionales o regionales, o incluso el mismo sistema proporcional que se usa para la elección de diputados.
En cuanto al reglamento de trabajo, el oficialismo plantea que se apruebe junto a la reforma constitucional que habilite el proceso. Desde Chile Vamos señalaron informalmente que podría utilizarse el de alguna de las cámaras del Congreso, con el fin de ahorrar tiempo.
BORDES, «PRINCIPIOS ORDENADORES» O «INSTITUCIONALES»
Con la propuesta que difundieron este miércoles las coaliciones de gobierno quedó claro que habrá más «bordes» en este nuevo proceso. Hay coincidencia en varios aspectos con Chile Vamos, por ejemplo, que Chile es un Estado unitario y una república democrática; con la existencia de tres poderes del Estado autónomos e independientes.
Asimismo, el respeto a los tratados internacionales ratificados y vigentes y las sentencias judiciales firmes y ejecutoriadas. En el marco del respeto a los tratados, el oficialismo incorporó los de derechos humanos que ya incluyen el derecho a la propiedad y protección del medioambiente, lo que también había sido solicitado por la centroderecha.
La propuesta de Chile Vamos es mucho más extensa: aborda también los fondos previsionales, el aprovechamiento de las aguas, el reconocimiento de Carabineros y el derecho a la vida, entre otras cosas, pero el oficialismo no estuvo dispuesto a avanzar en esas definiciones, acusando que se trataba de una lista «de supermercado» y que correspondía que los convencionales del sector hicieran campaña haciendo esas propuestas.
COMITÉ DE EXPERTOS Y ROL DEL GOBIERNO
Ambos sectores han coincidido en un comité de expertos que empiece a trabajar lo antes posible. El oficialismo propone que sea paritario, solo consultivo, y que acompañe durante todo el proceso, primero realizando una sistematización de insumos y luego colaborando con el debate.
Chile Vamos, en tanto, busca que ese comité sea el que se encargue de la redacción de principios constitucionales -incorporados al texto de una futura reforma- y que establezca un itinerario constituyente. En tanto, sobre la participación del gobierno en la discusión, hay consenso en que el rol es estar «acompañando».
Pero Chile Vamos además pidió garantías de que «la discusión constitucional no se traduzca en un paréntesis institucional. Así, exigiremos que el Gobierno y sus partidos den garantías de un contexto de certezas y seguridades».
Las coaliciones de gobierno, en cambio, pidieron separar ambas cosas y declararon que «el condicionamiento de la nueva Constitución a opiniones sobre la gestión del gobierno, o compromisos respecto al respaldo o rechazo de las reformas más urgentes y sentidas por la ciudadanía, debe ser descartado bajo cualquier punto de vista».
Otro punto pendiente es si habrá un plebiscito de entrada o no. Formalmente, sólo el PDG, una parte de la UDI y Republicanos lo piden. El oficialismo lo desechó y propone ir directamente a una elección de convencionales en abril, pero Chile Vamos aún no lo descarta públicamente. (Emol)
