Cifra de voluntarios al servicio militar repunta en 2018, tras fuerte baja

Cifra de voluntarios al servicio militar repunta en 2018, tras fuerte baja

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Nicolás Noval y Sebastián Marmolejo son dos jóvenes que ya han adoptado los modos marciales, no tanto por obligación como por su deseo de continuar en las filas de las Fuerzas Armadas.

Ambos se presentaron voluntariamente al servicio militar en 2017 y terminaron su cuarto año medio en un cuartel militar.

Uno estudiaba en San Miguel, y el otro, en Santiago Centro antes de llegar a calzarse bototos y uniforme. Y ahora quieren quedarse en la institución.

«Lo más difícil de las pruebas es correr 2.400 metros en menos de 10 minutos», dicen casi a la par los conscriptos Marmolejo y Noval, pero levantarse a las 6 de la mañana ya no es problema.

Claro que el entusiasmo de ellos no se vio reflejado en las cifras generales de postulación voluntaria al servicio militar de ese año.

2017 marcó la mayor caída en el voluntariado en varones, registrando solo 9.500 personas, lo que obligó a llenar 1.431 cupos por sorteo. (ver gráfico)

El año anterior, en 2016, se habían presentado 16.813, y en 2015, 19.190.

Era claramente una alarma.

El ministro de Defensa, Alberto Espina, señala que es clave tener un alto nivel de voluntarios pensando tanto en la tarea clave de la defensa de la soberanía como la importante labor de las Fuerzas Armadas frente a las catástrofes.

Según explica, en la última campaña de difusión que realiza la Dirección General de Movilización Nacional (DGMN) se reforzó la presencia en regiones y en redes sociales, lo que permitió que repuntara la cifras de voluntarios aptos para realizar el servicio.

PLAN DE MODERNIZACIÓN

Además destaca que existen múltiples beneficios para quienes hacen el servicio, como nivelación de estudios, realización de cursos a través de un convenio con el Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence) y facilidades a la hora de acceder al subsidio habitacional.

La autoridad, sin embargo, busca ir más allá. Señala que ha estado en conversaciones con su par del Ministerio del Trabajo, Nicolás Monckeberg, para generar nuevas oportunidades de capacitación que permitan a los jóvenes acceder a algunos tipos de títulos técnico-profesionales durante su paso por el Ejército, más allá de los cursos Sence.

«Queremos impulsar, de ese modo, un plan de modernización del servicio militar», afirma Espina.

El general Jorge Morales -director de la Dirección General de Movilización Nacional, repartición encargada del proceso- aclara que «el servicio militar sigue siendo obligatorio para los jóvenes de 18 a 24», pero que desde 2004 se privilegia «la voluntariedad de los más entusiastas, con una vocación de servicio a la patria».

En este caso, para cautivar a jóvenes, se privilegiaron las plataformas digitales y un fuerte trabajo en terreno de los oficiales de reclutamiento en colegios de Arica a Punta Arenas.

«Las nuevas generaciones, ligadas a las tecnologías, ven estos procesos un poco a la distancia, sin embargo, cuando conocen las ventajas que les traerá cumplir con el servicio militar, comienzan a indagar qué podrán hacer y qué tipo de capacitaciones pueden recibir», agrega el general.

ENTUSIASMO FEMENINO

En el caso de las mujeres no existe obligatoriedad. Sin embargo, el entusiasmo es alto.

En 2017 se contabilizaron más de 5 mil voluntarias aptas para esa labor, para un total de 1.700 cupos.

«Las Fuerzas Armadas han ido paulatinamente aumentando sus cupos, en la medida en que la organización puede absorber y adaptarse en plenitud para la creciente demanda de mujeres», plantea el director de la DGMN.

El servicio militar, comentan en Defensa, sigue siendo una primera línea para que las Fuerzas Armadas capten interesados para ingresar a sus filas, tanto como oficiales o como suboficiales.

A su vez, en el Ejército, luego de realizar el servicio, hay conscriptos que pueden ser contratados como «soldados profesionales», figura incorporada hace pocos años. Se trata de jóvenes que suscriben un contrato temporal por una cantidad determinada de años y al cabo de ese contrato pueden dejar la institución o seguir la carrera militar. (El Mercurio)

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