Churchill y las AFP-Manuel Bengolea

Churchill y las AFP-Manuel Bengolea

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Winston Churchill, el Primer Ministro inglés, advirtió del peligro que representaba la Alemania nazi para la paz y desarrollo de Europa, y del mundo. Muchos lo tildaron de exagerado y belicista, pero la historia le ha reconocido su acertado pronóstico. Entre sus muchas conversaciones con autoridades de la época, quiero recordar la que sostuviera con el general francés Charles de Gaulle, que le dijo: “Los ingleses pelean por dinero. Los franceses luchamos por el honor y la dignidad.” A lo que Churchill respondió: “Bueno, cada uno pelea por lo que le hace falta”.

Tenemos actualmente una clase política que, haciendo alarde del sofisma de la lucha por la dignidad y la igualdad, dicen legislar para conseguirlo, pero logran lo opuesto. Un buen ejemplo de ello es el retiro de parte de los ahorros previsionales de los chilenos, donde los argumentos racionales lisa y llanamente fueron desdeñados por parte importante de ellos, a pesar de que todos los técnicos, e independiente del color político, sostuvieran que era una mala política pública. Parodiando a Churchill, muchos políticos dicen pelear por la dignidad de las personas más desprotegidas, pero realmente terminan favoreciendo a los que más tienen y menos ayuda necesitan.

Aceptar que el retiro de los fondos de la AFP fuese libre de impuestos es un regalo a los más privilegiados en Chile. Es decir, los políticos, que sostienen -algunos con más pasión que cerebro- que les interesa el bienestar de los más pobres, mienten, pues el 10% obtenido fue a costa de regalarle a los más ricos. Según los cálculos del ministro de Hacienda, cerca de US$ 750 millones. Sin contar que una buena parte de los trabajadores -cerca del 30%- retiró todos sus ahorros, afectando severamente sus futuras pensiones. En este caso, los políticos favorecieron descaradamente a los más pudientes.

¿Se acuerda del eslogan “ni un peso más para las AFP”, enarbolado con devoción y fruición por personeros del gobierno anterior? Resulta que el retiro de parte de los ahorros previsionales, aprobada y apoyada por todos los parlamentarios afines a dicha administración, hace exactamente lo contrario; esto es, le entrega un montón de recursos a las AFP. Primero, al retirar los cerca de US$15.000 millones o más, las administradoras de fondos podrán liberar el equivalente al 1% de esos fondos que por ley deben mantener, lo que se conoce como el encaje. Es decir, las administradoras de fondos previsionales, gracias al populismo servil de muchos políticos, podrán retirar US$150 millones aproximadamente.

Pero aún hay más: una cantidad no menor de personas, y una cantidad considerable del dinero retirado, volverán indirectamente a las AFP, ya sea a la cuenta 2 y/o a la APV (ahorro previsional voluntario), con lo cual las administradoras podrán cobrar por los saldos mantenidos por estos nuevos ahorros, y que antes se administraban en forma gratuita. Si un 20% del dinero retirado, cálculo conservador, se va a estas cuentas, entonces las AFP recibirán un ingreso adicional anual cercano a los US$200 millones. Ni hablar de la cantidad de dinero de ahorrantes que irá a parar a otras instituciones -no AFP- que cobrarán por esos ahorros sumas millonarias.

En resumen, los políticos que celebraban con alegría y algarabía (una diputada hizo una especie de baile chamánico) lo obrado porque, según sus palabras, era un triunfo para los chilenos de clase media y baja, resulta que a la luz de los números y la realidad es totalmente falso. La ley aprobada para retirar una parte de los ahorros previsionales, orquestado por políticos populistas que nos embadurnan a diario con sus salmos sobre la igualdad, ha logrado justamente lo contrario, pues favoreció groseramente a los más ricos, y a los pobres los dejó con las pensiones más bajas, sin ningún beneficio fiscal y ahora una parte importante de ellos deberá pagar por un servicio que antes obtenía gratis por parte de las AFP.

Las pensiones son bajas en Chile porque los políticos no le han puesto el cascabel al gato, a pesar de las varias comisiones que han sugerido que hay que aumentar el ahorro individual para la vejez y fortalecer el pilar solidario. Pero ellos eligen culpar de su ineficiencia y desidia a las AFP por las bajas pensiones. Y en un golpe de gracia, deciden resolver el grave problema dejado por el Coronavirus favoreciendo a los más ricos y, de paso dándoles dinero de los más pobres a las AFP y otras instituciones financieras, y reduciendo aún más las pensiones de los chilenos.

Con los políticos nunca se sabe; dicen trabajar por la dignidad y la desigualdad, pero, como decía Churchill, cada uno trabaja por lo que le hace falta. A la luz de los resultados de la ley de retiro de los ahorros en las AFP, queda claro que a nuestros políticos les hace falta el pensamiento crítico, pues han terminado favoreciendo atrevidamente a los más poderosos y expoliando a los más desprotegidos. (El Libero)

Manuel Bengolea

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