China suspende varios acuerdos de seguridad y climáticos con EE.UU.

China suspende varios acuerdos de seguridad y climáticos con EE.UU.

Compartir

China anunció hoy ocho medidas en protesta por el viaje el miércoles de la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, a Taiwán, entre ellas la suspensión de la cooperación en materias como la judicial, la de cambio climático y en algunos mecanismos de seguridad.

Se suspende, entre otras, la cooperación en la repatriación de inmigrantes ilegales, en la asistencia judicial penal, en la lucha contra los delitos transnacionales y las conversaciones sobre la lucha contra el cambio climático.

Asimismo, la Cancillería china informó de la cancelación de las llamadas telefónicas entre los líderes de comandos militares y de las reuniones de trabajo entre las carteras de Defensa de ambas potencias y las del Mecanismo de Consulta de Seguridad Marítima Militar.

El Ministerio de Exteriores también anunció hoy sanciones contra Pelosi y sus familiares directos por «hacer caso omiso de la preocupación y la firme oposición» de China a su viaje a Taiwán y por «socavar la soberanía y la integridad territorial» del país asiático.

La cartera no proporcionó detalles específicos sobre las sanciones, pero acusó a Pelosi, quien este miércoles visitó Taiwán pese a las protestas de Pekín, de «interferir en los asuntos internos de China» y «amenazar la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán».

La semana pasada, cuando la visita de Pelosi era solo una posibilidad avanzada por medios estadounidenses, el presidente de China, Xi Jinping, y su homólogo estadounidense, Joe Biden, mantuvieron una llamada telefónica en la que Xi pidió a Biden que «no jugase con fuego» con respecto a Taiwán.

En las últimas 48 horas, China, que calificó el viaje de Pelosi de «farsa» y «traición deplorable», ha respondido a la visita de la funcionaria a la isla con maniobras militares a gran escala en el Estrecho de Taiwán y con sanciones económicas contra algunos productos procedentes de la antigua Formosa.

Los ejercicios militares, que han incluido fuego real y el lanzamiento de misiles de largo alcance, fueron calificados este viernes por la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, como «un acto irresponsable».

Pekín reclama la soberanía sobre la isla y considera a Taiwán una provincia rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí en 1949, tras perder la guerra civil contra los comunistas.

La isla es además uno de los mayores motivos de conflicto entre China y Estados Unidos, debido sobre todo a que Washington es el principal suministrador de armas de Taiwán y sería su mayor aliado militar en caso de conflicto bélico con China.

SEGUNDO DÍA DE OPERACIONES MILITARES EN EL ESTRECHO

Las maniobras militares con fuego real organizadas por China en torno a Taiwán tras la visita a la isla de la presidenta del Legislativo de EE.UU., Nancy Pelosi, entran hoy en su segundo día después de que el jueves se registraran lanzamientos de misiles de largo alcance.

La atención está puesta este viernes en los dos portaaviones de la Armada china, el Liaoning y Shandong, que no han sido avistados por el momento participando en las maniobras pero tampoco se encuentran en sus puertos base.

Los ejercicios de ayer, que supusieron el cierre del espacio aéreo y marítimo de seis zonas alrededor de la isla, incluyeron prácticas de tiro con artillería de largo alcance, con «múltiples tipos de misiles convencionales», así como el despliegue aéreo de decenas de aviones militares entre cazas y bombarderos.

Se trata de la primera vez que se registran lanzamientos de este tipo en las inmediaciones de Taiwán desde la tercera crisis del Estrecho entre 1995 y 1997.

Analistas citados por el diario hongkonés South China Morning Post aventuraron que el Ejército Popular de Liberación (EPL, Ejército chino) podría emplear hoy aviones bombarderos con misiles crucero de largo alcance como los CJ-20.

Durante los últimos tres días Taipéi ha denunciado incursiones de aviones militares chinos en su autodefinida Zona de Identificación de Defensa Aérea (ADIZ), algunos de los cuales habrían cruzado la línea media del Estrecho.

La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, calificó en las últimas horas las maniobras chinas como un «acto irresponsable» que aviva las tensiones en el Indopacífico, reclamó contención a Pekín y pidió el apoyo de la comunidad internacional.

También dijo que Taiwán no contribuirá a la escalada de tensiones pero defenderá su soberanía.

REPROCHES INTERNACIONALES

La respuesta de Pekín al controvertido viaje de Pelosi ha suscitado numerosas reacciones internacionales, entre ellas la del secretario general de la ONU, António Guterres, quien sigue «de cerca y con preocupación» las maniobras militares chinas, según su portavoz, Stéphane Dujarric.

Mientras, el vocero de la Casa Blanca John Kirby señaló el jueves que EE.UU. ve las maniobras como una «escalada significativa» de la tensión en la zona y decidió dejar el portaaviones USS Ronald Reagan cerca de la isla para vigilar la situación.

Horas antes, medios estatales chinos habían asegurado que el buque estadounidense -desplazado inicialmente a la zona para escoltar a Pelosi- se había retirado y dirigido hacia el noreste, a «cientos» de kilómetros de Taiwán.

La Casa Blanca ha insistido en los últimos días en que EE.UU. no ha cambiado su política hacia Taiwán pese al viaje de Pelosi, el primero de un presidente de la Cámara de Representantes estadounidense a la isla en 25 años.

El Gobierno nipón ha protestado asimismo formalmente ante Pekín por la supuesta caída de cinco misiles balísticos chinos en aguas pertenecientes a la zona económica especial (EEZ) de Japón.

China, que calificó la visita de Pelosi como «farsa» y «traición deplorable», reclama la soberanía de la isla y considera a Taiwán una provincia rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí en 1949, tras perder la guerra civil contra los comunistas.

WASHINGTON LLAMA A EMBAJADOR CHINO

La Casa Blanca convocó este jueves al embajador de China en Washington, Qin Gang, para condenar las medidas «de provocación» tomadas por Pekín contra Taiwán y reiterar que Estados Unidos no quiere una crisis en la región, según informes de prensa.

El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, aseguró en una declaración publicada por The Washington Post que la convocatoria del diplomático se produjo después de que las autoridades chinas hubieran comenzado sus maniobras con fuego real en torno a Taiwán, en respuesta a la visita a la isla de la presienta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.

Pelosi visitó el pasado miércoles Taiwán pese a las protestas de Pekín, que respondió con el comienzo de unos ejercicios militares con fuego real que han provocado el cierre del espacio marítimo y aéreo en seis zonas de la isla, que ha quedado prácticamente bloqueada.

“Tras las acciones de China durante la noche, convocamos al embajador Qin Gang a la Casa Blanca para protestar por las acciones de provocación de la República Popular China”, dijo Kirby, que consideró «irresponsables» las «acciones militares» de la República Popular China.

El portavoz aseguró que para la Casa Blanca, la respuesta de China a la visita de Pelosi a Taiwán, una isla que Pekín considera una provincia rebelde, es «irresponsable y contraria» a su objetivo de «mantener la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán”.

La Casa Blanca también reiteró al embajador Qin que su política de reconocimiento de «una sola China» sigue inamovible, así como su intención de mantener abiertas todas las líneas diplomáticas de comunicación.

En el marco de las maniobras militares chinas, que se están desarrollan por mar y aire, Japón denunció que cinco misiles balísticos disparados por Pekín cayeron en aguas de su zona económica exclusiva, algo que no había ocurrido hasta ahora. (Cooperativa-EFE-El Mostrador)