Chilevisión complica a Piñera

Chilevisión complica a Piñera

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Sigue el misterio que rodea a la extraña relación comercial de Bancard, la sociedad que maneja la fortuna y las inversiones de Sebastián Piñera, con la sociedad de Jaime de Aguirre, el director ejecutivo de Chilevisión.

Como este medio reveló hace uno días, en 2009 –cuando Sebastián Piñera era dueño de Chilevisión–, se pagaron los bonos por desempeño a los altos ejecutivos. Ese mismo año el director ejecutivo del canal, Jaime de Aguirre, a través de su sociedad Inversiones La Música Limitada, emitió boletas a cuatro empresas por un total de $130 millones por dicho concepto.

Hasta ahora se sabía solo que el bono de desempeño lo pagaron Soquimich –a través de tres facturas por $45 millones– y Aguas Andinas –por la vía de tres boletas por $30 millones–. La situación de Aguas Andinas es complicada, ya que es una empresa regulada y controlada por sociedades extranjeras.

Pero a esas compañías se suman otras dos que completan los $130 millones: Pampa Calichera, una de las sociedades a través de las cuales Julio Ponce controla SQM, y otra que está vinculada a José Cox.

Cox es uno de los mejores amigos y socios de mayor confianza del ex Presidente, e integró el denominado “Tercer Piso” de La Moneda, compuesto por empresarios a quienes Piñera consultaba informalmente sobre distintos asuntos de Estado. Son amigos con Piñera desde su época de estudiante en la UC, cuando Cox era compañero en ingeniería comercial de su hermano Pablo.

La aparición de Calichera en la trama es una sorpresa, ya que hasta ahora solo se sabía de boletas y facturas ideológicamente falsas a SQM y la filial SQM Salar.

LA FÓRMULA BANCARD

Información recogida por El Mostrador Mercados indica que esta fórmula de pagos fue solicitada por Piñera y Bancard a las cuatro compañías y a De Aguirre.  El director de CHV está citado hoy a declarar como imputado ante la Fiscalía y confirmará que no ha hecho ningún trabajo para SQM, Pampa Calichera, la sociedad vinculada a José Cox o Aguas Andinas.

También dirá que alguien de Bancard fue quien le indicó presentar las facturas ante las empresas señaladas y que él aceptó.

Admitirá que cometió un error –no ganaba nada más aparte de recibir lo que se la había ofrecido por sus servicios, pero entiende que no es él el que debe dar las explicaciones acerca de por qué esas cuatro empresas y sociedades aceptaron pagar lo que la sociedad de Piñera tenía que pagar –.

Otra revelación que hará es que este tipo de pagos de bonos o asesorías se venían haciendo desde antes que él llegara a Chilevisión y se usaba con otros ejecutivos. Uno de ellos es Mario Conca. Al ex segundo de De Aguirre en CHV también le pagaron por fuera y Aguas Andinas habría sido una de las empresas. La operación la hicieron con Carrizal, una sociedad que controla Conca.

LA EXPLICACIÓN DE PIÑERA

Dicen que el que explica la complica. Y ayer el ex Presidente Sebastián Piñera hizo exactamente eso.

Salió a tratar de explicar personalmente la extraña relación comercial de Bancard con La Música, la sociedad de Jaime de Aguirre.

El ex jefe de Estado aseguró que los pagos asociados a SQM y al director de CHV no tienen relación con bonos de desempeño sino que son parte de un contrato que data desde 2005 para ejecutar asesorías comerciales, como la compra de los terrenos de la ex fábrica Machasa.

Además, el ex Mandatario aseguró que está desligado de la administración de su sociedad de inversiones. La pregunta de perogrullo es que, si ya no está en Bancard, por qué salió él a dar explicaciones y no Nicolás Noguera, su ejecutivo de confianza que maneja la sociedad y sus inversiones hace ya más de 6 años.

El procedimiento presenta evidentes visos de irregularidad, y no solo tributarias. Piñera no explica por qué no pagó Bancard o Chilevisión por esas asesorías o bonos. Y más importante: ¿qué relación mantenía Piñera con estas cuatro empresas que le pagaron a De Aguirre y a Conca esos bonos de desempeño/asesorías?

Como reveló el martes El Mostrador, hay al menos tres versiones que sostienen que las cuatro empresas contribuyeron a la campaña presidencial de Piñera y de ahí la decisión del entonces candidato de la Alianza por Chile de usar los aportes para pagar el premio por desempeño  (o asesorías) al director ejecutivo de Chilevisión. Es más, las mismas fuentes afirman que eran parte de la maquinaria que armó la campaña de Piñera para financiar su segundo intento de llegar a La Moneda.

Cabe mencionar que Bancorp, sociedad de Piñera que opera en asociación con Bancard, fue la que emitió casi $ 350 millones en boletas a la minera de Julio Ponce Lerou e hizo los contratos forwards vinculados al caso Penta. Específicamente, la información conocida hasta ahora es que la minera no metálica registra 15 facturas de Bancorp que no cuentan con respaldo, según el SII.

Tanto las boletas como los forwards coinciden con la primera y segunda vuelta de la campaña que lo llevó a la Presidencia.

Cercanos al proceso afirman que lo que se le pagó a De Aguirre nunca fue para financiar campaña alguna y que lo va a demostrar.  La versión que pudo recoger este medio es que De Aguirre destinó parte de ese dinero a pagarles a otros ejecutivos. Eso, de confirmarse, significa que Bancard tenía contratado a De Aguirre en forma paralela, desde 2005, y que en algún momento el ejecutivo comenzó a pagarles con parte de esos fondos a otros ejecutivos del canal que habían sido subcontratados.

De acuerdo a fuentes que conocen la investigación, el Ministerio Público está interesado en preguntar por qué Bancard no pagó dichos servicios y luego por qué las otras empresas se prestaron para ello.

ARISTA TRIBUTARIA

Hasta ahora se sabe que estas operaciones permitieron a Chilevisión incrementar su balance en $ 130 millones que no tuvo que pagarle a De Aguirre, lo mismo que el monto cancelado a Conca. Mientras estos últimos no pagaron el 40% en su global complementario, como lo habrían hecho al recibir el bono como empleados, sino que un 20%, si es que ese dinero les generó sólo utilidad a sus respectivas sociedades. Esa figura sería similar a la que usaron los ejecutivos de Penta y es delito tributario.

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