El Centro Carter confirmó que el candidato opositor Edmundo González Urrutia fue el vencedor en los comicios presidenciales celebradas en Venezuela el pasado 28 de julio, desechando así los resultados oficiales revelados por las autoridades electorales que proclamaron el triunfo del presidente Nicolás Maduro, desatando una serie de protestas y el repudio del antichavismo y buena parte de la comunidad internacional.
Así lo dio a conocer a la agencia AFP Jennie Lincoln, jefa de la misión de observación del Centro Carter, uno de los pocos organismos invitados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) para inspeccionar los comicios.
Según Lincoln, la entidad estadounidense ha «analizado los números» disponibles junto a otras organizaciones y universidades y «confirma a Edmundo González Urrutia como el ganador con más del 60%» de los votos.
Los datos del Centro Carter coinciden con los entregados por la oposición venezolana, que publicó en un sitio web copias de más del 80% de las actas, que asegura que prueban el triunfo de González Urrutia -representante de la líder María Corina Machado- con 67% de los sufragios. El CNE le dio 43% frente a 52% de Maduro. El chavismo desestima la validez de esos documentos y asegura que son forjados.
«Es puro teatro», lanzó Lincoln, que prefirió no comentar sobre contactos con las autoridades del CNE o el Gobierno desde que el Centro Carter estimó en un pronunciamiento público que la elección «no se adecuó a parámetros y estándares internacionales de integridad electoral» y no podía «ser considerada como democrática».
DESESTIMA EL «HACKEO»
Lincoln también desestimó las acusaciones del CNE de un ataque informático al sistema de transmisión de datos, el cual según el Ministerio Público habría sido perpetrado desde Macedonia del Norte. «Empresas monitorean y saben cuando hay denegaciones de servicio (hackeos) y no hubo una esa noche», explicó el miércoles Lincoln.
«La transmisión de la data de votación es por línea telefónica y teléfono satelital y no por computadora. No han perdido data».
Lincoln recordó que el presidente del CNE, Elvis Amoroso, «dijo que publicaría los resultados mesa por mesa en la página web y entregaría un CD a los partidos políticos» cuando anunció un primer boletín.
«Es una promesa que nunca cumplió», indicó la asesora del organismo para Latinoamérica y el Caribe. «A pesar de que el terreno de juego era muy desigual, el pueblo venezolano fue a votar», siguió en referencia a los comicios. «La gran irregularidad de la jornada electoral fue la falta de transparencia del CNE y la flagrante inobservancia de sus reglas de juego en cuanto a mostrar el verdadero voto del pueblo».
El Centro Carter fue una de las pocas entidades invitadas por las autoridades chavistas para participar como observadoras de los comicios celebrados el 29 de julio. La agrupación estadounidense desplegó 17 expertos y observadores en Venezuela a partir del 29 de junio, en equipos basados en cuatro ciudades.
Dos días después de los comicios, la entidad envió un comunicado cuestionando la «falta total de transparencia» del CNE y asegurando que la elección «no cumplió con los estándares internacionales de integridad electoral y no puede considerarse democrática».
REACCIÒN MADURISTA
El canciller de Venezuela, Yvan Gil, acusó este jueves al Centro Carter, veedor en las elecciones presidenciales del 28 de julio, de apoyar un «golpe de Estado», luego de que la institución manifestara que ha analizado datos que confirman que el ganador es el abanderado de la oposición, Edmundo González Urrutia, y no el mandatario Nicolás Maduro, como anunció el Consejo Nacional Electoral (CNE).
«Una vergüenza colocar a esa institución en el plan de golpe de Estado, apoyando la ejecución de los delitos electorales más rastreros que hayamos visto en la era republicana de Venezuela, cometidos por las hordas fascistas», expresó Gil a través de X.
Asimismo, manifestó que «todo el trabajo y prestigio» que construyó el ex presidente estadounidense Jimmy Carter es «lanzado a la basura» por Jennie Lincoln -quien fue la jefa de la misión de observación en Venezuela-, a quien calificó de «asalariada del Departamento de Estado», semanas después de que diversas autoridades la recibieran entre elogios.
«La Sra. miente descaradamente, ninguna de sus palabras se corresponden con la realidad ni la legalidad venezolana», indicó Gil, en referencia a las recientes declaraciones que ofreció Lincoln a la agencia AFP sobre el triunfo de González Urrutia y la falta de evidencia de un hackeo en el sistema electoral, lo que causó retraso en el proceso, según denunció el CNE.
Sin embargo, la organización, que aseguró que las elecciones de Venezuela no pueden considerarse «como democráticas», fue invitada por el Consejo Nacional Electoral (CNE) «por la seriedad que presenta el Centro Carter en esta materia», según dijo el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, durante una reunión con sus integrantes.
El Centro Carter manifestó, a través de un comunicado el pasado 30 de julio, que el proceso electoral «no se adecuó» a los parámetros y estándares internacionales de integridad electoral, por lo que «no puede ser considerada como democrática».
Maduro respondió que el informe de la institución estaba escrito desde hace un mes y que lo que le faltaba -dijo- era «picantico» que le pusieron tras la publicación de un primer boletín por parte de las autoridades electorales.
Por su parte, la coalición opositora Plataforma Unitaria Democrática (PUD) asegura que González Urrutia obtuvo la mayoría de los votos, luego de divulgar «el 83,5 %» de las actas electorales que -insisten- demuestran este triunfo por amplio margen frente a Maduro.
A once días de haberse celebrado los comicios, el CNE no ha publicado las actas que certifican la victoria de Maduro, como indica la normativa legal, y dejó en manos del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) el proceso de «certificación» del resultado oficial, a solicitud del Mandatario.(Emol)