El martes 9 de febrero de 2016 será recordado por todos los emprendedores de México, como uno de los hitos más importantes en el proceso de mejorar las oportunidades y facilidades para llevar adelante los proyectos. Luego de dos años, esa tarde la Cámara de Diputados aprobó la reforma a la Ley General de Sociedades Mercantiles que introduce la Sociedad por Acciones Simplificada, más conocida como “Ley de Empresas en un día y costo 0”. Una vez promulgada, este nuevo sistema de constitución de empresas permitirá el registro electrónico de empresas en 1 día y costo cero.
No es menor que esta ley haya nacido de la misma sociedad civil. Vino de las calles, de los emprendedores de cada rincón del país que se reunieron y conformaron una voz potente, que supo poner en la mesa que el emprendimiento estaba reservado para unos pocos. Los hasta 72 días en trámites notariales que actualmente demora la constitución de una empresa en México implican costos que llegan a superar los US$ 1.600. La inversión sale del bolsillo de los emprendedores, quienes la mayoría de las veces parten sus empresas con bajo capital y pocos socios.
En la convocatoria y concientización, la Asociación de Emprendedores de México (ASEM) jugó un rol clave, logrando reunir 30 mil firmas al momento de la última votación. Pero ASEM no estuvo sola. La experiencia de la ley chilena fue parte del proceso. En un trabajo conjunto entre la Asociación de Emprendedores de Chile (ASECH) y ASEM, el TEC de Monterrey y la Subsecretaría de Economía de México, se cristalizó esta nueva reforma que logra superar las trabas burocráticas de la administración pública, a favor de un mejor ecosistema para emprender.
Si sumamos esta iniciativa a la ya impulsada en Chile hace 3 años, vemos que es posible comenzar a emparejar la cancha para los emprendedores de la región. Una reciente encuesta realizada por ASECH, arrojó que el 71,4% de los emprendedores chilenos que viajan en busca de nuevas redes para sus negocios, elige Sudamérica como destino, lo que demuestra lo atractivo que sigue siendo el mercado regional en el proceso de internacionalización. Pero la realidad, es que en muchos países latinoamericanos las trabas para emprender siguen siendo muy altas. La gran cantidad de trámites requeridos para iniciar una empresa, implica una demora de 195 días en Haití, 152 en Brasil, 141 en Venezuela, 26 en Perú, 25 en Argentina y 20 en Colombia; superando hasta 20 veces en tiempo a otros países de Europa del Este, Asia y África.
Es a partir de estos desafíos que se constituye Alianza del Pacifico, que tiene como objetivo la libre movilidad de factores entre los países miembros, y de la que las pymes podemos sacar el máximo provecho. De esa necesidad surge la Asociación de Emprendedores de Latinoamérica (ASELA) el año 2015. Con el apoyo del BID-FOMIN, comenzamos a trabajar activamente con los emprendedores de México, Colombia, Perú, Chile y hoy Argentina, y fue en esta instancia donde se encontraron los emprendedores de México y Chile, motivando a los mexicanos a sumarse al logro de sus vecinos.
La aprobación de la ley “Empresas en un día” de México, demuestra de que si trabajamos unidos podemos hacer de Latinoamérica un mejor lugar para emprender. Las asociaciones de emprendedores de ASELA se han propuesto que en los próximos dos años Colombia, Perú y Argentina se sumen a este logro legislativo. Así, se abre una nueva arista de integración internacional, revelando que, tal como somos capaces de exportar productos o servicios, podemos exportar políticas públicas pro-emprendimiento.
