Más de seis millones de bolivianos deciden este domingo en un referéndum constitucional si permiten al Presidente Evo Morales competir por un cuarto mandato con el que seguiría en el poder hasta 2025, en una consulta marcada por denuncias de corrupción.
Hasta la semana pasada, los partidarios y detractores de la reforma estaban empatados. Sin embargo, las acusaciones de tráfico de influencias contra Morales cambiaron la situación, y según unos sondeos recientes los partidarios del No (47%) superan a los del Sí (27%).
Los primeros resultados se conocerán el domingo hacia las 18:00 horas locales (22:00 GMT) con recuentos de sufragios que emitirán los canales privados de televisión desde los centros de votación.
Más tarde, el tribunal electoral divulgará los primeros resultados oficiales y por la noche se conocerá si ganó el Sí o el No.
En una consulta en la que el voto es obligatorio, unos 6,5 millones de bolivianos deben pronunciarse sobre una reforma de la Carta Magna que autorizaría a Morales a postularse a un nuevo mandato de cinco años, de 2020 a 2025.
El dirigente izquierdista, que inició su primer mandato en 2006 y ha sido reelecto dos veces, tiene el récord de permanencia en el poder desde la independencia del país en 1825.
Sin embargo, la consulta de este domingo se le ha complicado al líder boliviano, exponente del Socialismo del Siglo XXI, por unas acusaciones de corrupción. El presidente, de 56 años, se ha visto afectado por el escándalo del supuesto tráfico de influencias en favor de la empresa china CAMC, en la que su ex pareja, Gabriela Zapata, trabaja como gerente comercial.
La compañía logró contratos públicos por unos 560 millones de dólares, lo que ha llevado a la Contraloría y el Congreso a investigar el tema. Si pierde este domingo sería su primera derrota directa en sus diez años en el poder, aunque en 2015 su partido ya perdió plazas clave en los comicios municipales.
Morales, primer indígena en llegar a la presidencia de Bolivia, también podría verse perjudicado por las consecuencias de un ataque el miércoles a la alcaldía de El Alto, ciudad vecina de La Paz en poder de la oposición.
En el ataque e incendio murieron seis personas. Los opositores atribuyen el ataque a miembros del gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS), pero los oficialistas acusan a la alcaldesa Soledad Chapetón por no responder a las demandas de los vecinos. Pese a todo, el Mandatario se manifestó optimista. «El domingo vamos a ganar ampliamente (…), el pueblo va a decidir conscientemente y va a faltar tiempo para festejar», vaticinó.
