Automarginación del Partido Radical

Automarginación del Partido Radical

Compartir

Desde fines de los años sesenta del siglo pasado, el radicalismo entró en una severa crisis de definición que afectó su carácter de partido plural y ampliamente representativo de la sociedad chilena, siempre abierto al diálogo, contribuyendo de manera efectiva a los procesos de entendimiento y a lograr los acuerdos cuando el país así lo requirió.

No pocos radicales activos y también aquellos que observan con nostalgia la época de grandeza del radicalismo, desde sus propios espacios esperan o esperaban una reactivación que diera cuenta de sus principios y tradiciones, como su marcada vocación republicana y parlamentaria, el alto sentido de la política y su entrega por el servicio público, que tanto bienestar y progreso otorgaron a Chile. Duele, por lo tanto, que el Partido Radical se haya automarginado de participar de un diálogo para concertar un marco de acuerdo económico y social destinado a aliviar las duras condiciones que sobrelleva una buena parte de nuestra población, aquejada por la pandemia y sus porfiados efectos y restricciones. En un vano intento de justificar lo que en nuestra opinión fue un grave error, se aduce un tema de dignidad, cuando la indignidad está en negarse a participar. Ante la severa crisis humanitaria que vive el mundo y, por cierto, de la manera brutal que afecta a nuestro país, nadie, ya sea “con el pesimismo de la razón o el optimismo de la voluntad”, puede restarse a sumar esfuerzos para aminorar el dolor y sufrimiento de millones de compatriotas. Así, justificadamente se nos ha representado a través de los medios de comunicación y la prensa en general.

No es tiempo de confrontación. Los vértices de la política, para gobierno y oposición, están capturados por la emergencia de este choque exógeno que pone las urgencias de la hora actual. De alguna manera, de lo que se trata es animar ese espíritu de unidad nacional, grandeza y visión común que tuvimos en los años noventa, sin lo cual nada habríamos logrado como país. Esa es la tarea de hoy, para un único y vital propósito como es resistir y vencer esta inédita amenaza que día a día cobra más fallecimientos, provoca hambre y cesantía, sin que todavía veamos atisbos o destellos de luz al final del túnel.

Quienes suscribimos esta comunicación hemos querido manifestar nuestro disenso con la decisión de restarse de participar del diálogo y del acuerdo adoptado por las fuerzas políticas y luego ampliamente apoyado por la Cámara de Diputados y el Senado. Lo hacemos con altura de miras, pero con la firme convicción de querer representar los valores y principios que han marcado el devenir del radicalismo al servicio de la República. (El Mercurio)

Ricardo Navarrete B.

Augusto Parra A.
Guillermo Vásquez U.
Exsenadores

Jaime Campos Q.

Dionisio Faulbaum M.
Iván Mesías L.
Exdiputados

Sergio Jiménez M.
Exministro de Estado

José Pérez Arriagada
Diputado

Dejar una respuesta