Ataques en macrozona sur obligan a empresas a replegar operaciones

Ataques en macrozona sur obligan a empresas a replegar operaciones

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Tres ataques incendiarios en la comuna de Mulchén y una serie de camioneros detenidos a un costado de la carretera para evitar un posible atentado fueron algunas de las imágenes que quedaron de la noche posterior a la detención de Héctor Llaitul en la macrozona sur.

Tras su captura, desde la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), organización que dirigía, se hizo un llamado a continuar con los sabotajes, principalmente en contra de la industria forestal, hidroeléctrica, minera y salmonera.

“Por lo ocurrido ayer (miércoles), definimos replegar nuestras labores y, por lo tanto, exponernos menos, exponer menos a las personas que trabajan para la compañía y nuestros contratistas”.

Luis Felipe Gazitúa, presidente de CMPC. Foto: Julio Castro

“Fue como patear el avispero”, dice Michel Esquerré, empresario de la zona y presidente de PymeMad, gremio que reúne a pequeños forestales. “Es una patada a un panal de abejas y no sabes dónde te van a picar. Tienes faenas madereras en todos lados y atacan en diferentes puntos. También han quemado casas, fundos, predios, iglesias, máquinas”.

Esa visión parece ser común al sector productivo de la región. La mañana de este jueves, antes de participar en Impulsa Biobío, el presidente de CMPC, Luis Felipe Gazitúa, contó que por esa noche definieron replegar sus labores, para exponer menos a los contratistas y trabajadores de la compañía.

“Por lo ocurrido ayer (miércoles), definimos replegar nuestras labores y, por lo tanto, exponernos menos, exponer menos a las personas que trabajan para la compañía y nuestros contratistas”.

En Arauco, la otra gran firma del sector forestal, se tomó la misma decisión. Fuentes al interior de la empresa cuentan que, al enterarse de la detención de Llaitul, detuvieron las operaciones en Arauco y Malleco y paralizaron todos los fletes. Agrega que se mantienen alerta ante lo que acontecerá, mientras refuerzan la seguridad en sus instalaciones.

Los temores llegaron a tal punto que Pullman Bus decidió suspender por esa noche todos sus servicios desde Santiago a Temuco, Pucón, Valdivia y Puerto Montt. Eso sí, el subgerente general, Antonio Dezerega, aclara que fue por este caso puntual y que retomaron las operaciones a la mañana siguiente.

HÁBITO DE REPLEGARSE

René Muñoz, gerente de la Asociación de Contratistas Forestales, cuenta que las empresas del sector ya están acostumbradas a tomar medidas ante ciertos acontecimientos. “Normalmente, cuando pasan estos hechos más notorios o cuando hay juicios en curso, se retiran las faenas de los lugares colindantes, de zonas rojas que ya están identificadas”, relata.

En ese sentido, asegura que ya es una costumbre que se ha asentado con el fin de proteger la vida de los trabajadores: “Hoy en día se les está atacando también. Hay cuatro contratistas que han sido asesinados este año”.

Lo que cuenta Esquerré sigue la misma línea. Ante una posible ola de violencia, las estrategias de reacción pasan por replegarse, no mandar gente a las faenas, cortar el tránsito de camiones y guardar la maquinaria. Y si bien dice que tras la detención de Llaitul aumentó la magnitud, la violencia es una constante.

“Esto no ha parado, todos los días hay un ataque (…) Lo penoso es que tengamos esta validación de la violencia dentro de la sociedad y que el Estado no le tome la importancia a la vulneración de los derechos de las personas. El abandono que tenemos es una locura”, sostiene.

TRANSVERSAL Y EN AUMENTO

Según los datos recopilados por el gremio de contratistas forestales, en 2021, al 24 de agosto, se habían registrado 54 ataques hacia estos trabajadores. Este año, ya han anotado 75, un 39% más.

Carolina Parada, gerenta general del Instituto Regional de Administración de Empresas (Irade), organización que agrupa a compañías de la Región del Biobío, afirma que la violencia no afecta solo a la industria forestal, sino que es transversal: “A las telecomunicaciones, a la infraestructura digital, a las PYME, al comercio, a las de logística y servicio. El turismo en la zona tiene tasas de desocupación históricas porque hay mucho miedo de ir para allá. Es un panorama dramático para el sector productivo”.

Sobre la detención de Llaitul, la califica como una buena noticia, pero que solo “es la punta de la lanza”, por lo que espera que sea solo un primer paso en el trabajo por recuperar la zona.

En ese sentido, Muñoz recuerda que la CAM es solo una de las organizaciones que realiza atentados en la región y que hay otras seis que operan de la misma forma: Weichan Auka Mapu (WAM), Resistencia Mapuche Lafkenche, Resistencia Mapuche Malleco, Liberación Nacional Mapuche, Wiñotauiñ Taiñ Malon y Kutral Mahuida. (DF)