Argentina y la falsa alegría- Débora Calderón

Argentina y la falsa alegría- Débora Calderón

Compartir

Hay una reflexión de Milton Friedman que resuena especialmente hoy al tratar de entender el estado en el cual queda Argentina luego de la derrota insalvable del macrismo el pasado domingo en las primarias. “Existen tres tipos de economías: la capitalista, la socialista y la argentina; a saber, las dos primeras se pueden explicar”.

Más que una frase, una sentencia; más que una sentencia, una realidad para un Presidente que no pudo contra el aumento de la inflación, el desempleo y la pobreza persistente en el actual gobierno. Macri trató de ordenar la casa y se equivocó. Los resultados económicos fueron los que lo hicieron perder la elección, y en este camino no lo acompañaron ni el pueblo, ni el clima, ni el estado de la economía mundial. Esto sumado a la falta de una comunicación eficaz al momento de explicar el plan de austeridad para el país y el real estado de la administración al momento de asumir, contribuyeron a este desenlace.

Lo anterior, sumado al fantasma más presente que nunca de Cristina Fernández, convirtieron el clima electoral en la ecuación perfecta para dar un holgado triunfo a Alberto Fernández. Con la proclama de la alegría para los argentinos y la promesa de una mayor intervención estatal, se llevó el voto de los descontentos que aún sueñan con un Estado paternalista que lleve pan y fiesta a sus hogares.

Cuesta cuadrar la suma frente a lo que viene, sobre todo porque el descontento interno se equipara al temor de los especialistas (y de los mercados mundiales), de volver a un gobierno kirchnerista, con las incertidumbres y excesos que eso traerá aparejado sin duda.

Esta es una semana de reflexión para nuestros vecinos y también para nosotros, porque no es posible pensar los problemas que afectan a uno de la región de manera individual. Las consecuencias hoy son globales.

 

El Mercurio

Compartir
Artículo anteriorQue 80 años no son nada
Artículo siguienteMano dura

Dejar una respuesta