La administración de SQM entregó sus resultados financieros del primer trimestre de 2019, los que informan de una baja de sus utilidades, explicada en parte por la caída de la producción por razones climáticas, y un salto de los pagos a Corfo de US$ 12 millones a US$ 45 millones, como consecuencia de la modificación del contrato aprobada en 2017. Es decir, el beneficio fiscal se multiplicó por cuatro.
El Salar de Atacama tiene enormes ventajas para la producción de carbonato de litio, lo que permite sustentar un aumento drástico en los beneficios para el Estado y al mismo tiempo hacer atractiva para los inversionistas la expansión de la producción de litio. SQM podría llegar a representar el 25% de la oferta mundial de este preciado recurso, en un contexto donde la demanda mundial de litio crecerá de 300 mil toneladas a 1 millón de toneladas en 2025, debido a la explosión de la demanda por vehículos eléctricos.
La evidencia confirma que se está cumpliendo lo propuesto por Corfo en el último gobierno de la Presidenta Bachelet: para precios superiores a US$ 10 mil la tonelada de carbonato de litio, Corfo recibe un 40% del diferencial, alcanzando las regalías más altas del mundo en minería no metálica. Hacia mediados de la década próxima, el Estado de Chile recibirá más de US$ 800 millones anuales por sus contratos en el Salar; el Instituto de Tecnologías Limpias US$ 20 millones anuales, permitiendo acelerar la transición energética de la minería chilena, y alrededor de US$ 60 millones al año recibirán las comunidades de la cuenca del Salar, municipalidades y gobierno regional de Antofagasta.
Adicionalmente, gracias a la modificación del contrato, Corfo recuperó la capacidad de disponer de activos críticos del Salar de Atacama, como derechos de agua y otros, lo que le permite en 2028 resolver sin restricciones cuál será el futuro de la explotación de dos tercios del litio en el Salar de Atacama, ya que el contrato con SQM vence en 2030.
El paso del tiempo nos está dando la razón y el juicio de la historia será que la única medida efectiva para corregir una situación manifiestamente perjudicial para los intereses del Estado la realizó Corfo, incluyendo el reproche moral público que implicó exigir la salida del controlador de posiciones directivas y ejecutivas, en un contexto de crisis de confianzas e incapacidad de la institucionalidad vigente de sancionar de forma apropiada conductas éticamente reprochables. (El Mercurio Cartas)
Eduardo Bitran
Ex Vicepresidente Ejecutivo de Corfo
