Annalena Baerbock, líder Verde que podría llegar a la Cancillería alemana

Annalena Baerbock, líder Verde que podría llegar a la Cancillería alemana

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Con su experiencia como ex atleta de trampolín, Annalena Baerbock, de 40 años, está acostumbrada a apuntar alto. Pero quizá su próximo reto sea el más complicado: convertirse en la primera canciller ecologista de Alemania.

Los Verdes, que son oposición en el país europeo, designaron este lunes a su copresidenta para que los represente como candidata en las elecciones legislativas del 26 de septiembre.

«La primera candidata verde a la Cancillería será Annalena Baerbock», quien «nos guiará en esta campaña» con miras a las elecciones del 26 de septiembre, anunció en una conferencia de prensa el otro presidente del partido, Robert Habeck, que también aspiraba a la candidatura en unas elecciones que marcarán una nueva era, ya que el ganador o ganadora reemplazará a nada más ni nada menos que Angela Merkel, quien dejará el Gobierno después de dos décadas liderando los destinos del país.

El desafío no es menor. La colectividad, nacida como movimiento de protesta hace 41 años, hoy ocupa la segunda posición en intención de voto tras la Unión Demócrata Cristiana (CDU), precisamente el partido de la actual Canciller. Atrás queda otra formación histórica alemana, como los Socialdemócratas (SPD), nuevamente relegados a puestos secundarios.

Por primera vez, a los Verdes se les reconocen opciones de alcanzar el poder de la primera potencia europea. Y la encargada de intentarlo será una mujer de 40 años, madre de dos niñas, moderada, pragmática y a la vez combativa, pero con un obstáculo aparatoso para el elector alemán: no tiene experiencia de gobierno, ni siquiera a escala regional.

Baerbock era hasta hace poco la «segunda» en la presidencia colegiada de los Verdes, frente a su carismático compañero de fórmula Robert Habeck, entre los políticos mejor valorados del país.

Esta correlación empezó a cambiar a mediados del año pasado, en medio de la pandemia. Baerbock, diputada del Bundestag (Parlamento federal) desde 2013, empezó a despuntar por su oratoria clara y capacidad de dar respuestas rápidas y sólidas a temas complejos -desde sociales a económicos-. Tanto ella como Habeck aspiraban a liderar al partido en las próximas elecciones nacionales.

Su condición de segundos en intención de voto les hizo abandonar las acostumbradas fórmulas colegiadas de los Verdes, que optaban siempre por dos líderes para las campañas legislativas. Esta vez, sin embargo, van por todas: tienen posibilidades teóricas de alcanzar el poder y en la Cancillería solo quedará una vacante -la de Merkel-.

SALTO A LA POLÍTICA

Annalena Baerbock se crio en una granja cerca de Hannover, en el norte, y empezó a tomarle gusto a la política cuando sus padres la llevaban a las manifestaciones antinucleares de los años 80′, un movimiento que desembocó en la creación de los Verdes.

Iba para gimnasta de alto rendimiento, especializada en potro y trampolín, pero se quedó a medio camino. Estudió derecho internacional entre Alemania y Florida (Estados Unidos) y luego completó su formación en la School of Economics de Londres. Eso le da ha dado esa competencia en materia económica que le faltaba a Habeck -escritor, antes que político-.

Tras un breve paso por el periodismo, Baerbock se unió a los Verdes en 2005. A los 28 años se convirtió en líder de los Verdes en el «Land» de Brandeburgo, el que rodea a Berlín y su distrito electoral desde entonces. Nueve años después ingresó en el Bundestag, a lo que siguió, en 2018, su elección como copresidenta del partido.

Con Habeck representa la renovación de los Verdes, partido que quedó maltrecho tras dos legislaturas como socio menor del canciller socialdemócrata Gerhard Schröder (1998-2005).

Su líder de entonces, Joschka Fischer, rompió moldes como ministro de Relaciones Exteriores. Pero también colocó al ecopacifismo al borde de lo soportable, como segundo de la coalición que aprobó el envío de soldados alemanes a misiones de la OTAN y llevó adelante drásticos recortes sociales.

Ahora, Baerbock quiere hacer historia liderando a los Verdes. Sería, en ese caso, la más joven jefa de un Gobierno federal en la historia de Alemania, después de que Merkel accediera al puesto en 2005 con 51 años.

DESAFÍO VERDE

En Alemania se reconoce a la dupla Baerbock-Habeck como la gran responsable de este repunte de los Verdes. Con ellos desaparecieron las habituales trifulcas internas entre fundamentalistas y pragmáticos. Su sello de identidad compartido es la moderación.

El tono suave de Habeck contribuyó a hacerles recuperar base electoral. Pero a las bases verdes parece convencerles más la energía de Baerbock: en 2019 fue ratificada copresidenta por un 97% de los votos, siete más que su colega.

Ambos también lograron que Los Verdes evolucionaran del movimiento hippie y pacifista de sus inicios a una fuerza política actual de relevancia, según los observadores.

La creciente preocupación por el cambio climático y el desencanto con la clase dominante incentivaron el apoyo a este partido, respaldado sobre todo por electores urbanos, familias de clase media y jóvenes.

También han logrado una buena representación: a nivel regional, los Verdes forman parte de gobiernos de coalición en más de la mitad de los 16 Estados alemanes. Ahora, tienen fundamentos para dar el gran salto: con el 20%-23% de las intenciones de voto, le pisan los talones a la CDU (27%-28%), en plena caída y desorientada por la retirada de Merkel de la vida política.

De ese modo, Baerbock se presentó este lunes como la candidata de la «renovación» y señalando que «el cambio climático es la tarea más grande» de su generación. Además de la protección del clima, también considera necesario invertir en el sistema educativo, impulsar una «sociedad cosmopolita» y poner a «Alemania en el corazón de Europa«.

Los Verdes podrían ser gobierno convirtiéndose en socios del siguiente canciller conservador -una alianza inédita a escala federal, pero la alianza más plausible según las encuestas actuales-.

O también, el partido podría dar el salto a la Cancillería al frente de un bloque tripartito con socialdemócratas -terceros en los sondeos- y liberales, la alternativa que ahora mismo se ve plausible.

Los Verdes van en ascenso en las encuestas, exactamente lo contrario que los conservadores. Aún quedan varios meses para ver finalmente cómo responderá el electorado alemán. De momento, queda esperar la ratificación de la candidatura de Baerbock por parte de las bases del partido, en un congreso que se celebrará entre el 12 y el 13 de junio. (Emol EFE Agencias)

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