Votando por él mismo, tal y como lo señaló la Municipalidad de Ñuñoa en su cuenta de Twitter, el concejal de esa comuna, Andrés Zarhi, se convirtió en el nuevo alcalde ñuñoino en una votación que se definió en segunda vuelta.
Los comicios se efectuaron en un concejo extraordinario municipal, y en su segunda vuelta quedaron como únicos candidatos Zarhi y Guido Benavides.
Benavides era la carta a la que apoyaba el ahora ex alcalde de Renovación Nacional, Pedro Sabat, quien renunció al cargo municipal.
Al momento de su nombramiento, el ex concejal manifestó que “seré un alcalde que trabajará en conjunto con el concejo”.
Zarhi también manifestó que “Renovación Nacional debería haber llevado un solo candidato”. De hecho “el alcalde (Sabat) quería a la otra persona (Benavides), pero yo pensaba que estaba en mi derecho”.
También adelantó que se postulará para continuar con el cargo luego de las elecciones del próximo año, y que si no cuenta con el apoyo de su partido (RN), podría ser “un candidato independiente”.
La concejala Paula Mendoza (PS) aseguró que “nos parece importante relevar que el alcalde saliente (Sabat) debe rendir cuenta pública de la gestión financiera del municipio. Nos mantendremos en la oposición de manera constructiva porque aquí solo ha cambiado un apersona. Aquí RN mantiene el municipio de Ñuñoa”.
En esa misma línea infirmó que “vamos a exigir que se realice una auditoría financiera al alcalde entrante”.
TENSIÓN
La proclamación del nuevo jefe edilicio se llevó a cabo luego que Guido Benavides (quien contaba con el apoyo de Sabat) obtuviera tres votos contra dos de Zarhi, mientras se registraron cinco abstenciones, de parte de los concejales de la Nueva Mayoría.
Es por eso que, al no haber alcanzado el quórum requerido por la ley pese a haber obtenido la mayoría relativa, Benavides vio truncado su deseo, dejando la alcaldía a Zarhi, puesto que este último registró una mayor votación en las elecciones municipales de 2012.
De este modo, en la sala donde se produjo la votación pública, los vecinos adherentes a Benavides demostraron su repudio a lo sucedido, por lo que le gritaron «traición» al nuevo alcalde.
Las manifestaciones se produjeron luego de que en un principio el apoyo de RN iría hacia Benavides. Sin embargo, Zahri aclaró que el mismo día en que habían acordado eso, decidió cambiar de opinión. «Debido a múltiples llamados de apoyo y reconocimiento a mi labor, decidí proyectar este año tres meses que queda como alcalde, y posteriormente el 2016 ir a la reelección», sostuvo el nuevo alcalde de Ñuñoa.
«Yo confío que voy a hacer una buena gestión y me voy a proyectar para los próximos cuatro años (…) si no cuento con el apoyo de RN, yo puedo ser un candidato independiente», agregó.
Así, el periodista aseguró que durante su mandato «trabajaré para todos, no para un partido político ni un sector».
Por su parte, la diputada Marcela Sabat, hija del renunciado alcalde, dijo que a pesar de que su preferencia era Benavides, hoy día «lo importante no son las preferencias personales, lo importante es el colectivo y hoy día Renovación Nacional sigue en la alcaldía de Ñuñoa».
Esto, luego de que la Nueva Mayoría no dispusiera de un candidato único para haberse quedado con la alcaldía ñuñoína. «Gracias a la Nueva Mayoría, RN sigue en la alcaldía, y en el fondo se demuestra hoy día que ellos no tienen ningún tipo de unidad, la preferencia que había manifestado la diputada Maya Fernández no se vio en ningún caso reflejada en la votación», añadió la diputada Sabat.
Sin embargo, los concejales de la NM aseguraron que debido a una opción de unidad, privilegiaron presentar un candidato para las próximas elecciones y dejar que «sea la derecha la que resuelva sus propios conflictos internos».
Así, a través de un comunicado, Jaime Castillo, Paula Mendoza, Alejandra Placencia, Alejandra Quevedo y Eduardo Topelberg indicaron que «tal como corresponde legalmente cuando asume una nueva autoridad edilicia, exigiremos la realización de una auditoría interna que determine el estado actual del municipio».