Varias han sido las hipótesis luego de que se diera a conocer lo ocurrido con el computador que el hijo de la Presidenta Bachelet, Sebastián Dávalos, utilizaba en el Palacio de La Moneda mientras ocupaba el cargo de director sociocultural de la Presidencia.
Según el “informe pericial de análisis informático” realizado por el OS-9 de Carabineros en el marco de la investigación del caso Caval, “el dispositivo de almacenamiento contiene un sistema de archivo no reconocido, es un disco sin formato, por lo mismo no mantiene sistema operativo, es un disco aparentemente vacío al cual se le borró la información”.
El computador llegó a manos del Ministerio Público a fines de febrero, luego que el fiscal regional de O’Higgins, Luis Toledo, solicitara el dispositivo a las autoridades de gobierno. Toledo está indagando la eventual existencia de delitos en el proceso de compra y venta de tres predios que la empresa Caval realizó en la comuna de Machalí. Esta firma es propiedad, en un 50%, de Natalia Compagnon, nuera de la Presidenta Michelle Bachelet y esposa de Dávalos.
Pero, ¿qué tan profundo puede ser la eliminación de la información de un computador?
Jorge Pavez, experto en nuevas tecnologías de la Universidad Mayor, señala que existen dos posibilidades: una simple, que tal como el típico borrado de Windows, deja «inhabilitados» ciertos sectores dando la impresión de haber sido eliminados. Sin embargo, Pavez asegura que con software especializado, «es tal como ponerle una capa de polvo encima» y que la información aún puede ser recuperada.
La otra opción es la de un formato a bajo nivel, donde la información es completamente eliminada y el disco duro queda tal como de fábrica. En este caso, es imposible encontrar nada, aún con el software más avanzado.
En cuanto a la forma de recuperar los archivos, el especialista indica que de acuerdo a los protocolos, se toma el disco duro, se «congela» y se realiza una copia. Es ésta la que pasa a ser analizada por los ingenieros buscando la información.
En el caso del computador de Dávalos, Pavez afirma que no se trata de un trabajo simple y que cuando se llega a ese nivel, «es porque derechamente se trata de ocultar algo».
Para Pavez, debiesen existir como en todas las empresas, un protocolo que tenga el respaldo del número del disco duro vinculado a la máquina y la placa madre del PC por motivos de seguridad, tal como ocurre con el motor y el chasis de un automóvil.
«Sería más barato destruir el disco duro», indica. Sin embargo, la única opción posible en tal caso, es romper y derretir el disco duro, ya que con el software actual siempre es posible encontrar algo.
Por ello, Pavéz asegura que una de las alternativas en este caso es que se haya cambiado el disco duro por otro.
Por su parte, Jaime Navón, experto en ciencias de la computación de la Universidad Católica, asegura que en un borrado «los bits no son borrados físicamente, y existen sectores disponibles para el momento en el que alguien desea ubicar algo encima», y de esta forma se produce la eliminación de los datos.
Para realizar algo como lo que al parecer ocurrió con el computador de Dávalos, «hay que hacerlo a propósito», señala.
Aun así, el experto dice que «si el disco se borra de forma simple y no tiene demasiada información, es posible recuperar los datos.
En este caso, donde se encontraron algunos archivos ilegibles vinculados a la investigación, Navón afirma que «es extraño, ya que no se borró el disco de forma dura, y parece ser que sólo algún sector (como un directorio) fue borrado».
En tanto, consultada la PDI al respecto, señaló que «no podemos referirnos sobre un hecho que está siendo indagado; ya que hablar del tema podría entorpecer la investigación».
REACCIÓN DEL GOBIERNO
El debate sobre el computador de Dávalos surgió luego que un informe del OS-9 de Carabineros concluyera que se eliminaron datos del ordenador. «Es un disco aparentemente vacío, al cual se le borró la información», indica.
Consultado sobre la materia, el ministro Díaz explicó que el formateo de la información corresponde a un protocolo establecido en el Ejecutivo.
«La información que yo tengo es que hay un protocolo -que no viene de este gobierno, sino que de mucho antes- respecto de lo que ocurre con la información alojada en los computadores mientras están al servicio de determinados funcionarios, y se refiere a que en general esa información se respalda solo a solicitud del titular y la información que requiere; de lo contrario, son borrados y entregados a nuevos funcionarios», dijo el vocero.
Díaz expresó que «es un protocolo que dice relación con qué información se respalda y cuál no se respalda». Luego dijo que «lo que se respalda es, por ejemplo, el ciento por ciento de los correos electrónicos en los servidores de cada uno de los ministerios, en los distintos servidores, y la información específica respecto de trabajos, informes, a partir de ese protocolo; por lo tanto, aquí lo que se ha hecho es dicho procedimiento».
Consultado respecto de si dicho protocolo está escrito, el ministro Díaz respondió: «Estimo que sí, lo desconozco en detalle, pero estimo que sí. Insisto, viene de mucho antes, y es una práctica relativamente regular».
«El Mercurio» pidió a la Secretaría General de Gobierno el protocolo especificado por el secretario de Estado. Sin embargo, desde la cartera se indicó que dicho documento no es de carácter público.
COMISIÓN CAVAL
En tanto, los diputados de la comisión investigadora del caso Caval reaccionaron a los dichos del ministro.
El presidente de la instancia, Gabriel Silber (DC), señaló que «la citación al encargado de informática de La Moneda -Luis Escalona- busca justamente saber de primera fuente si el borrador del disco duro corresponde a un protocolo normal al interior del servicio o, por el contrario, es un hecho atribuible al señor Dávalos o a terceras personas».
El diputado de RN Diego Paulsen agregó: «Pueden existir diversos tipos de protocolo, pero claramente hay cosas de sentido común. Si hay un funcionario público o un ex funcionario público que está siendo investigado por la justicia, es de toda lógica que esos computadores no se tienen que formatear».
Su par de la UDI Felipe Ward apuntó a que «si se borra por protocolo, siempre queda un registro cuando se trata de computadores públicos. En este caso, al Gobierno se le perdió. Es necesario oficiar».
DISCO DURO AL FBI
Por su parte, el fiscal Toledo dijo ayer -al término de la conferencia «Delincuencia organizada transnacional en América Latina»- que se encuentra analizando la forma de poder recuperar la información contenida en el computador de Dávalos.
«Estamos intentando recoger toda la información que se contiene en ese computador, y en cuanto a los respaldos, estamos tratando de recoger toda la información que se tenga», dijo.
Entre las opciones que tiene está enviar el disco duro al extranjero -podría ser al FBI- o que se realice un peritaje por la Brigada del Cibercrimen de la PDI, según comentó Toledo. «No voy a descartar nada que tienda a recuperar información y a esclarecer el hecho investigado», sostuvo el fiscal



