Duros cuestionamientos manifestaron los estudiantes de la Pontificia Universidad Católica a la forma en que se concretó la salida del sacerdote jesuita Jorge Costadoat, quien no podrá seguir impartiendo clases en ese plantel luego de que el cardenal Ricardo Ezzati –en su rol de Gran Canciller de la universidad– no le renovara la «misión canónica», que le permitía realizar su cátedra en Teología.
La razón que esgrimió el arzobispo para adoptar la medida es que «el profesor registra afirmaciones poco prudentes que desdibujan la enseñanza magisterial de la Iglesia en diversos puntos centrales».
La decisión de Ezzati desató, en su momento, una serie de críticas al interior de la universidad y de personas ligadas a la Iglesia.
Este martes los estudiantes del plantel, a través de una declaración púbica que emitió el Consejo de Federación –que reúne a los distintos centros de alumno– pidieron esclarecer la salida del sacerdote y cuestionaron las razones dadas por el Gran Canciller.
«Consideramos que el proceso que actualmente impide enseñar al profesor Jorge Costadoat en la UC ha dañado a nuestra comunidad (…) Las razones expresadas sin argumentación por parte del Gran Canciller dejan a la universidad indefensa para garantizar la libertad académica necesaria en el quehacer universitario», señala la declaración.
También advierte que «todo lo ocurrido en el caso del profesor Costadoat implica un precedente negativo para el marco en el cual se desarrollan las actividades en nuestra universidad, pues ha quedado de manifiesto que sus miembros podrían estar actualmente expuestos a procedimientos poco claros o incluso injustos».
En ese sentido, los estudiantes reconocen que «vemos con preocupación la profundización del miedo ya declarado que sienten académicos y miembros de la comunidad». Ante este panorama, llaman a la institución a «esclarecer la actual situación laboral del profesor Costadoat a la comunidad universitaria, y los motivos que le impiden enseñar».
También piden «transparencia» en los procesos que se realizan de la Facultad de Teología, al igual que en cualquier otra facultad de la universidad. «Valoramos su diferencia, pero nos parece inaceptable cualquier carácter de excepcionalidad que se le otorgara al margen de toda la comunidad académica», afirman.
Pese a que la declaración fue leída por el presidente de la FEUC, Ricardo Sande, la directiva de la federación universitaria votó en contra del documento. En tanto, el propio sacerdote Costadoat ha sostenido que su salida «sienta un precedente de censura» en la Universidad Católica, que en el plantel existe «miedo» y que hay profesores que «se sienten vigilados» por su forma de pensar.
