Alcalde Desbordes y recuperación de Santiago: “No hay libertad sin seguridad»

Alcalde Desbordes y recuperación de Santiago: “No hay libertad sin seguridad»

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Este viernes Mario Desbordes asumió la alcaldía de la comuna de Santiago, instancia en la cual se dirigió a la ciudadanía adelantando un enfoque en seguridad, salud y modernización para su gestión.

“Trabajaremos codo a codo con nuestras policías, con mis queridos Carabineros de Chile y PDI, por supuesto con las autoridades del gobierno central y regional. No hay libertad sin seguridad”, sostuvo.

“El odio e intolerancia que vivimos hace unos años, donde Santiago fue escenario de una violencia irracional, dejó cicatrices aún visibles en edificios, templos, comercios y sobre todo en la gente. Tenemos la misión de recuperar todos los espacios dañados”, añadió.

“Llamaremos una y otra vez a erradicar la violencia, si no que también a que cuidemos nuestra comuna, incluyendo a quienes desde otros lugares vengan a manifestarse en Santiago”, declaró.

“Siento una enorme responsabilidad de devolver a la educación pública de la comuna, al sitial que jamás debió perder. Todos los centros educacionales de Santiago deben ser esos lugares motores de movilidad social”, declaró.

“Debemos levantar a nuestras escuelas y liceos, dejo en claro que esta labor no es excluyente de apoyar también a la educación particular subvencionada, que es complementaria de la educación pública“, agregó.

“Debemos mantener el orden tanto fuera como dentro de los establecimientos, el respeto por nuestros docentes y condenar con fuerza la violencia, dejando claro que jamás será una forma legítima de lucha en democracia”, señaló.

“Bienvenidos el debate y la discusión de ideas, fuera siempre a la violencia. Tenemos enormes demandas también en salud municipal. La cifra de usuarios de salud municipal se acerca a las 200 mil personas registradas, u varias decenas de miles que no están registradas”, añadió.

“Hay evidentemente falta de infraestructura, urgen Cesfam en la zona norte, no podemos cerrar estaciones médicas si no tenemos un buen reemplazo. Por eso trabajaremos juntos, el consejo, las autoridades regionales y nacionales, para dar esa atención de salud que los vecinos merecen”, expresó.

Por otro lado, el alcalde señaló cuáles serán sus puntos de énfasis durante su administración, remarcando “ciudades inteligentes, modernizando la gestión interna, el uso de nuevas tecnologías. Implementando en Santiago todos los adelantos tecnológicos que hoy cambian la vida de millones de personas en el mundo”.

“Defensa, protección, cuidado y recuperación del medio ambiente. Debemos transformar a Santiago en una ciudad medioambientalmente amigable. Hay que volver a gozar la vida de barrio, crearemos más espacios para mujeres, hombres, niños y adultos mayores”, adelantó.

“Trabajaremos codo a codo con los funcionarios municipales, quienes a contar de hoy son mis compañeros de trabajo”, finalizó.

CAMBIO ESPERADO

El de Mario Desbordes (RN) por Irací Hassler (PC) era uno de los cambios de mando más esperados de todos los que se están llevando a cabo este viernes en diversas comunas del país. Por lo que significa Santiago para el mapa municipal, pero también por el radical cambio de color político que tendrá el sillón alcaldicio. La cita estaba pactada para las 11:30 horas, pero las tensiones y los simbolismos en torno a la ceremonia comenzaron antes. Mucho antes.

La incertidumbre previa al acto había girado en torno a dos puntos: por un lado, la presencia de Hassler, quien tras una llamada con Desbordes semanas atrás no aseguró su asistencia, y, por otro, quién entregaría el acta oficial del traspaso. Y es que tras varios concejos municipales fallidos para designar a un alcalde subrogante, finalmente fue Dafne Concha (PC) quien asumió interinamente por dos días, resolviendo esa crisis.

Y ya la mañana de este viernes el histórico cambio de mando en la Municipalidad de Santiago comenzó con un Salón de Honor repleto, que vio superado el número pactado y que hizo tambalear el protocolo. De hecho, ponerse de acuerdo en quiénes podían estar y quiénes debían esperar en salones contiguos o incluso fuera de las dependencias del municipio, fue un nudo en sí mismo en los días previos.

Como se ha dicho, la ceremonia estaba programada para las 11:30, pero eso no se cumplió. Aunque Desbordes llegó con diez minutos de anticipación, antes de ingresar al Palacio Consistorial se encontró con un grupo de vecinos que lo esperaban en la Plaza de Armas, ondeando banderas chilenas y vitoreando su nombre. Espontáneamente, el exministro de Defensa en Piñera II salió a saludarlos, estrechando manos y posando para fotografías, lo que atrasó su entrada al salón. Su equipo de prensa, de hecho, tuvo que insistirle en más de una ocasión para que ingresara y la ceremonia pudiera comenzar. Los invitados ya esperaban impacientes.

El acto, que generalmente incluye la lectura completa del acta oficial, fue ajustado logísticamente a un resumen de 15 minutos. En el Salón de Honor se encontraban figuras clave del ámbito político y social, como los exalcaldes de Santiago Jaime Ravinet, Pablo Zalaquett y Patricio Guzmán; el delegado presidencial Gonzalo Durán, el gobernador metropolitano Claudio Orrego y la excandidata republicana a gobernadora Macarena Santelices. También estaban presentes Andrea Balladares, secretaria general de Renovación Nacional en representación del presidente del partido, Rodrigo Galilea, quien está en España, y Gloria Hutt, presidenta de Evópoli.

Ambas, eso sí, llegaron tarde, tras haber asistido más temprano al cambio de mando en Providencia. De hecho, la silla de la ahora exalcaldesa de dicha comuna, Evelyn Matthei, quedó vacía, pese a haber una reservada para ella. Y es que su propia ceremonia tomó más tiempo de lo esperado y, de manera sorpresiva, solo llegó hacia el final de la ceremonia de Desbordes, a quien abrazó afectuosamente. Él, mientras respondía el afecto, señalaba que la presidenciable era un ”amiga”.

Pero hubo también otra silla vacía: la de Carolina Tohá, ministra del Interior y exalcaldesa de Santiago. Esto no pasó inadvertido entre los asistentes y, en cambio, sí estuvo presente Marco Barraza, exjefe de gabinete de Hassler, quien observó discreto y silente el desarrollo de la ceremonia en las primeras filas del salón. Él fue en representación de la exalcaldesa, quien finalmente no llegó.

El acto fue también un reflejo de las divisiones y alianzas políticas que atraviesan a la comuna. En las sillas reservadas, concejales salientes y reelegidos compartían espacio con familiares de los asistentes, mientras el público seguía atento cada detalle.

Y ya una vez terminada la ceremonia, y fuera de todo protocolo, el nuevo alcalde cerró agradeciendo a los vecinos que lo esperaban en la Plaza de Armas, reafirmando su compromiso de ser “un alcalde cercano y activo”. Una promesa que, para muchos, será puesta a prueba desde el primer día de su administración. (Agricultura-La Tercera)