Desde el comando de Jeannette Jara, el economista Luis Eduardo Escobar aseguró que la propuesta del candidato republicano José Angtonio Kast de reducir en US$ 6 mil millones el gasto fiscal 2026 “simplemente no cuadra” y que es “inviable” aplicar un ajuste de esa magnitud sin recortar drásticamente la inversión pública”.
Agregó que “la mitad de sus medidas requiere leyes que difícilmente pasarán por el Congreso”. “Hemos hecho los cálculos y hemos visto que esto es prácticamente imposible, y si lo tratan de hacer, lo que puede ocurrir es que tengan que recortar la inversión pública. Y, por otro lado, sus representantes están diciendo que van a aumentar la inversión pública”, dijo el economista.
Andrea Bentancour, integrante del equipo económico de Jeannette Jara, por su parte, coincide en que la propuesta “no es viable”, que subestima los tiempos de implementación y “pone en riesgo la inversión pública” necesaria para infraestructura y crecimiento.
La economista dijo que lo “más peligroso” es que ese recorte de US$ 2.000 millones (del global de US$ 6.000 millones), el equipo de Kast pretende obtenerlos con austeridad, terminando con la práctica de sube ejecutar inversión pública.
“Eso no está bien, porque si terminan con eso y dentro lo que hacen es esperar que haya subejecución para cortar ese gasto, no van a ejecutar, no invertir, y eso significa que va a haber consecuencias macroeconómicas por la no construcción de infraestructura habilitante que se necesita en puertos, aeropuertos, conectividad y caminos”, sostuvo.
EL PLAN DE RECORTES
El plan de recorte fiscal propuesto por José Antonio Kast para reducir el gasto público en US$6.000 millones en 18 meses ha generado críticas por su factibilidad, pero su comando ha detallado los mecanismos para lograrlo. Bernardo Fontaine, economista de su equipo, explicó que el ajuste se compone de tres grandes “bolsones” de medidas:
Frenar abusos: incluyen la reducción del mal uso de licencias médicas en sectores público y privado, la evasión en el transporte público, la corrupción en fundaciones y el gasto político injustificado. Este apartado sumaría cerca de US$1.800 millones.
Mejorar la eficiencia del Estado: con la implementación de tecnologías para optimizar compras públicas, racionalización de programas sociales sin beneficiarios claros, corrección de subsidios por incapacidad laboral y reducción de la burocracia, con una estimación de US$2.100 millones, sin afectar el gasto social destinado a los más necesitados.
Austeridad en el gasto estatal: dado que el gasto público ha crecido mucho en términos reales (58% por encima de inflación), se busca reducir US$2.100 millones mediante medidas de austeridad y mayor control del gasto.
Además, para compensar la reducción de ingresos fiscales por rebajas en impuestos corporativos que propone el candidato, se usarán parte de estos ahorros. Se estima que la mitad del recorte en gasto financiará esas menores recaudaciones.
Fontaine ejemplificó que para una persona que gana un millón de pesos, el ajuste representaría reducir gastos en un 7%, equivalente a unos $70 mil mensuales, lo cual calificó como “doloroso” y “difícil” pero alcanzable y necesario para equilibrar las finanzas.
El comando también contempla auditar minuciosamente todos los ministerios para alcanzar transparencia y eficiencia, evitando el burocratismo y los obstáculos a la gestión pública. El objetivo final es lograr un equilibrio fiscal al término del cuarto año de gobierno.
Ante cuestionamientos sobre la inviabilidad, el equipo sostiene que las cifras son correctas y que el camino consistirá en tomar medidas firmes, combatir abusos y hacer una profunda gestión de cada peso del Estado. (NP-Perplexity-La Tercera-El País)



