«Cualquier toma es violenta, y es violenta aunque sea la califique a veces de pacífica», remarca la rectora de la Universidad de Chile, Rosa Devés, quien el martes en la noche volvió a vivir la ocupación de la Casa Central. Esto la llevó, al igual que en 2024, a pernoctar en su oficina junto a su equipo rectoral. Los alumnos solicitan que el Estado de Chile cierre la Embajada de Israel.
Según fuentes de la universidad, un grupo de 40 personas irrumpió el martes en la tarde, exigiendo el desalojo de todos los trabajadores. Funcionarios decidieron seguir trabajando en la Casa Central, dialogar con los estudiantes y exigir que depongan la medida de fuerza.
Al respecto, Devés señaló: «La irrupción, llamémosle así, fue con un grito, fue con intentos de forzar puertas. Nosotros nos quedamos, tal como el año pasado. No vamos a dejar la casa en manos de otras personas que no corresponde que estén acá».
En cuanto a la demanda de cortar relaciones con universidades israelíes, la académica reafirmó: «La Universidad de Chile no rompe con universidades, las universidades no son los Estados. Las propias universidades en Israel han sido críticas de la postura del gobierno, han expresado esa crítica y eso tenemos que respetarlo también». Lea más en El Mercurio. (Emol)
