El Presidente Gabriel Boric desató una ola de críticas y visibilizó tensiones internas en el oficialismo tras utilizar una cadena nacional para anunciar la Ley de Presupuestos 2026 y, simultáneamente, lanzar un duro dardo directo contra el candidato presidencial republicano, José Antonio Kast.
El Mandatario, en un acto que fue rápidamente denunciado por la oposición como «intervención electoral», cuestionó la propuesta de Kast de recortar 6.000 millones de dólares del gasto público, calificándola de «irresponsable e indeseable» por no explicar las fuentes de ahorro y poner en riesgo compromisos sociales como la Pensión Garantizada Universal (PGU).
La decisión de La Moneda, atribuida a una estrategia premeditada del círculo cercano del Presidente para defender el legado del gobierno y a su candidata, Jeannette Jara, se tomó a pesar de las objeciones que surgieron tras una reunión previa en Cerro Castillo. En ese encuentro con líderes políticos sobre el Presupuesto 2026, los asistentes, a excepción del Frente Amplio, ya habían manifestado extrañeza por la eliminación de la «glosa republicana» —fondos a libre disposición para el próximo gobierno— y el recorte de fondos para el plan contra el crimen organizado. El ambiente de la reunión, que giró en torno al «final del gobierno» y la defensa del protagonismo de Boric, evidenció que el foco de La Moneda está puesto en el legado del Mandatario hasta el cambio de mando.
La arremetida de Boric, que irrumpió en horario prime con una crítica de carácter político, sorprendió a la cúpula republicana. Kast y su equipo reaccionaron tardíamente, calificando la acción presidencial de «acto de cobardía» y «corrupción» que se aleja del tono republicano tradicional de los anuncios de Presupuesto. La UDI, socio de Chile Vamos, presentó un requerimiento formal ante la Contraloría, aunque la candidata Evelyn Matthei se distanció de su aliado al afirmar que no creía que fuera un «acto de corrupción», manteniendo una postura menos confrontacional.
El golpe de timón de La Moneda tuvo su mayor efecto en el propio oficialismo. La candidata Jeannette Jara se desmarcó públicamente de la acción, señalando en televisión que «ese no es mi estilo, no es mi forma». Desde el comando de Jara se aseguró que el Presidente no anticipó sus dichos, y la estrategia presidencial fue vista como un error que cambió el eje del debate, forzando a la candidata a reaccionar y desviar la atención del cuestionamiento original a Kast sobre su plan de recorte, para centrarla en la injerencia presidencial en la campaña.
Fuentes de La Moneda justifican la crítica a Kast como parte de una estrategia definida para «salir a responder» ante «mentiras concretas» y en defensa de políticas públicas y derechos sociales en riesgo. Esta postura, que ha incluido críticas a figuras como Donald Trump y ha sido interpretada como un intento de Boric de recuperar protagonismo, descolocó al líder republicano, a quien se busca mostrar como un «candidato furioso» que pierde llegada con los indecisos. Desde Palacio se advierte que, si bien la acción molestó a parte del oficialismo, nuevas arremetidas contra Kast y su equipo económico podrían estar en preparación. (NP-Gemini-La Tercera)



