Respecto de la polémica referida a las licencias de conducir iniciada por un vecino de Las Condes, doy testimonio de que la dificultad para lograr renovarlas en esta Municipalidad es muy anterior al pésimo estreno de las licencias digitales.
Durante semanas intenté obtener hora y, finalmente, lo logré en otro municipio una vez que se autorizó poder hacerlo. La acumulación de demanda por la extensión de los permisos pospandemia era un hecho previsible. ¿Se tomaron las medidas necesarias para poder responder y garantizar un derecho básico?
A ello agrego el entorpecimiento que ha introducido la Municipalidad en el funcionamiento de un sistema de seguridad con guardias privados en conjunto con vecinos. Para qué decir el estado de las calles luego de las lluvias, en que uno esperaría que los baches y hoyos al menos estén demarcados. Y antes de ellas, llevamos meses esperando que arreglen cinco resaltos que destruyen los autos en la cuadra en que está mi casa.
En las Condes se pagan contribuciones altísimas, la comuna es por lejos la de mayor recaudación del país y los vecinos estábamos acostumbrados a un servicio ágil y diligente. (El Mercurio Cartas)
M. Fernanda Otero A.



