El 8 de marzo no es sólo una fecha para conmemorar los logros y avances en la igualdad de derechos hacia las mujeres, sino también una oportunidad para reflexionar sobre los desafíos y deudas pendientes, y especialmente sobre cómo los hombres podemos ser parte activa en la transformación de la sociedad.
En nuestro país, las brechas de género siguen siendo amplias, especialmente en la erradicación de la violencia a la mujer, una real equidad laboral y en el reconocimiento del trabajo de cuidados no remunerados.
En un mundo que ha perdido el rumbo y que poco a poco busca restablecer los privilegios hegemónicos de raza, clase y género, más que nunca necesitamos unirnos contra la violencia de género, que se despliega de diversas maneras y que está lejos de ser erradicada. No podemos quedarnos al margen cuando las estructuras sociales siguen constriñendo las opciones de desarrollo personal y profesional de nuestras parejas, compañeras, hijas, hermanas y madres. Y no basta solo con valorar y reconocer el trabajo de cuidados no remunerados que casi exclusivamente realizan las mujeres, debemos ser aliados reales, comprometiéndonos a promover entornos laborales inclusivos y hogares corresponsables y seguros, libres de violencia.
La brecha salarial es sólo uno de los muchos desafíos que enfrentamos. Según el VI Reporte de Indicadores de Género en las Empresas en Chile (2024), publicado recientemente en este medio, en el nivel administrativo y medio se mantuvo casi estable, pasando de 9,3% en 2021 a 9,4% en 2024; aun cuando en el rango ejecutivo mostró una baja de 11,0% a 9,7% en el mismo período. Pero aún más grave es el hecho de que 1 de cada 3 mujeres ha sido víctima de violencia en algún momento de sus vidas (Encuesta Nacional de Violencia contra las Mujeres, 2024). Este contexto exige que los hombres asumamos nuestra responsabilidad en el hogar, en el ámbito laboral y en todos los espacios públicos.
El llamado es a educarnos, desaprender y ver más allá de los roles y estereotipos de género con que crecimos, crear nuevas formas de relacionarnos y comprometernos a ser parte activa de esta transformación. Reconocer, sin flores ni chocolates, que la búsqueda de la igualdad es tarea de todos y todas. (Red NP)
Álvaro Aguilar Huerta
Presidente Consejo Asesor Fundación Ronda



