El senador socialista Juan Luis Castro aseguró este sábado que pese a las dificultades que tienen las isapres debido a los fallos de la Corte Suprema en su contra, «ninguna está al borde de la quiebra» y deben cumplir con lo indicado por la justicia, aunque con un trabajo que permita a cada entidad lograrlo «sin extinguirse».
En entrevista con El Diario de Cooperativa, el presidente de la Comisión de Salud del Senado abordó las consecuencias que tendría en el sistema la aplicación del fallo sobre las Garantías Explícitas en Salud (GES) y la participación de las autoridades para liderar un nuevo sistema.
«Yo esperaría que el Gobierno, no solo el Minsal, esté con una actitud más proactiva a buscar más alternativas de solución», advirtió el parlamentario, dando cuenta que la ley corta impulsada por el Ejecutivo «no es una especie de pista de aterrizaje para un fallo, es una ley que tiene que dar sustentabilidad hacia adelante«.
- Francisco Becerra: Senador, como presidente de la Comisión de Salud del Senado le consultó por el tema isapres, a propósito de lo que dijo el gremio durante la última jornada, de que si se implementa el fallo GES iba a ser la cuenta regresiva del sistema de salud privado, ¿cuál es la visión que tienen ustedes en torno a eso?
La situación de ellos ha estado delicada hace bastante tiempo, ninguna está al borde de la quiebra porque no hay indicadores de patrimonio, liquidez, garantía, que son los que la Superintendencia maneja para saber cuándo una isapre está en riesgo de quiebra, pero sin duda que van a recibir menos ingresos y eso es porque la justicia habló y ha ratificado que se cobró de más en los precios GES.
El GES es una parte del precio que la gente paga, pero solo uno de cada tres personas que tiene una enfermedad usa el GES, pero sin embargo tienen que pagarlo todos, todo el tiempo, y hubo isapres que cobraron sobre el 100 por ciento de aumento de su prima GES de un año para otro, o sea fue un exceso y por eso la Corte dijo que hay un plazo, ese plazo se cumple. La gente que desde septiembre, octubre, noviembre no se le ha visto aplicado esa rebaja, tienen derecho a reivindicarla como una devolución y el mecanismo es la Superintendencia de Salud. Basta un correo electrónico para poder hacer ver la necesidad de que eso se restaure.
Todo esto tiene un efecto sobre ellos y ese efecto se mitiga o se atenúa con las reglas que la ley corta que empezamos a votar también en los próximos días va a dar. Son reglas hacia el futuro, esto no es un subsidio, un cheque, no es un maquillaje a lo que la Suprema está diciendo, jamás vamos a estar por sobre un fallo de la Corte Suprema porque la justicia debe cumplirse. Se trata de que nadie busque que el otro se extermine, que el otro muera. Nosotros entendemos que ellos están en una situación difícil, ¿cuán difícil es? Bueno, habrá que ver de qué manera la arquitectura legislativa permite que algunas de ellas pasen a ser seguros complementarios -isapres me refiero-, otras se adecuen en su modalidad de atención, otras que son de capitales extranjeros también tendrán que tomar decisiones fuera del país, otras que son integradas con clínicas claramente ese hecho les favorece porque tienen roles de prestadores, no solo de aseguradores que les permiten tener espaldas financieras. Las siete isapres que están en juego tienen cada una un mundo distinto, no son parejas, no son similares en su situación financiera ni en sus eventuales riesgos.
Nosotros tenemos la mejor disposición como Parlamento de poder colaborar en el articulado hacia el futuro de lo que sea el destino de un sistema nuevo, porque el modelo de negocio fracasó, seamos sinceros, con tablas de factores que eran 900 y ahora hay una sola según la Suprema, con esta prima GES del cual se abusó y ahora va a haber un límite para ese precio. Claramente las isapres deben comprender y así lo hemos hablado con ellos, que la bonanza que tuvieron para tantos ingresos durante décadas, no va a ser igual en un régimen de seguridad social, y si construimos con ellos ese régimen de seguridad social, me parece que es lo más importante, al punto que le hemos planteado desde el comité de reforma que ellos eliminen en un plazo razonable la declaración de salud, ¿qué es eso? cuando usted se mete a una isapre y le preguntan, ¿usted está enfermo? ¿de qué? ¿tiene alguna carga con la enfermedad? (…) Todo eso hoy es aumento de precios, porque le van recargando el precio según la cantidad de personas y la siniestralidad de las personas. Si usted elimina eso usted termina con la cautividad dentro del sistema, porque hoy hay casi 800 mil personas en el sistema de isapres que están prisioneros, en cautiverio, pues no pueden irse a ninguna parte, porque están enfermos. Eso es lo curioso, por estar enfermos están cautivos. Si usted saca la declaración de salud, que sería lo que corresponde que las isapres haga, cambia el sistema a un modo de seguridad social que es lo que Chile espera hoy.
- Francisco Becerra: ¿Cómo ha visto el trabajo del Minsal si han estado de manera adecuada tomando en cuenta también la gravedad que se denuncia por parte de las ISAPres o falta todavía?
«Yo esperaría que el Gobierno, no solo el Minsal, esté con una actitud más proactiva a buscar más alternativas de solución que permita que la arquitectura legislativa, porque cuando se legisla está el gobierno y está el parlamento. En este caso, el comité técnico del Parlamento planteó fórmulas que algunas no fueron consideradas por el Gobierno, ese es un tema de reflexión, yo no puedo en eso pasar por sobre ellos, pero la iniciativa siempre la tiene el Gobierno y en esta etapa que viene ahora es perentorio que el gobierno se involucre más de lo que lo ha hecho hasta ahora. La ley corta no es una especie de pista de aterrizaje para un fallo, como alguien lo podría interpretar, no es solo un maquillaje para que se cumpla una sentencia, es una ley que tiene que dar sustentabilidad hacia adelante en un modelo como el de las isapres que ya se agotó, y agotado ese sistema ya sea porque quiebren eventualmente, ojalá que no, pero si quiebra alguna, el descrédito es tan grande que se siguen yendo o las reglas cambian, que es la apuesta que hacemos muchos de nosotros, es decir, reglas nuevas donde esas reglas sean acatadas por ellos, por el mismo sistema privado, y se transformen a otra modalidad de aseguramiento privado que Chile igual necesita y puede tener, pero dentro de reglas generales que todos cumplan.
Chile es el último país, el último país de la OCDE, que es el club al cual pertenecemos por largos años, donde el sistema privado se cuelga de un impuesto a la salud -que es el 7 por ciento que pagamos los chilenos- para hacer además selección de riesgo, o sea, en vez de tener la capacidad de poder financiar las prestaciones voluntariamente de quienes quieran ir ahí, se toma de un seguro de impuesto general para colocar la preexistencia, la carencia, la letra chica, la tabla de factores, la prima GES, todo lo que hemos visto en estos años que han sido los motivos de la controversia, eso es inaceptable. En Estados Unidos se acabó con Obama el 2012, entonces es un poquito, yo le diría bochornoso, que en Chile estemos discutiendo esto sin que tengamos la colaboración de todos los sectores, pero quién la lleva el Gobierno. (Cooperativa)



