Expertos coinciden en que Asamblea Constituyente no resuelve crisis de confianza

Expertos coinciden en que Asamblea Constituyente no resuelve crisis de confianza

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Un verdadero manto de duda se instaló en la ciudadanía gracias a la explosión de los casos Penta, Soquimich y Caval. A tanto, que una encuesta realizada en conjunto por la Universidad Central, la consultora Imaginacción y radio Cooperativa señaló como dato relevante que el 61,9% de los chilenos cree que el país se dirige hacia una crisis institucional, a raíz de la pérdida de confianza en las organizaciones políticas y ciudadanas.

Además, según el sondeo, el 65,6% de los entrevistados asegura que la Comisión Asesora Presidencial para regular la relación entre dinero y política que formó Michelle Bachelet, «no será de mayor utilidad».

Felipe Rivera, director de la escuela de sociología de la Universidad Central, señaló que la desconfianza y percepción de un posible quiebre institucional se deben a una «falta de elementos mediante los cuales los discursos estén ofreciendo una reconstrucción de los sistemas políticos y de los sistemas económicos y lo que estos sistemas siempre han querido movilizar, que es mayor meritocracia, mayor igualdad».

A su vez, Carlos Vergara, consultor de Imaginacción, expresó aCambio21 que «la gente tiene un problema con las instituciones propias de la democracia (partidos políticos y el Parlamento) y con los grandes empresarios (Penta, SQM, colusión de los pollos y las farmacias, isapres y AFP). Y esa desconfianza se ha acrecentado, pero el individuo común no ven soluciones y tampoco pregunta por ellas».

 UMBRAL ÉTICO MÍNIMO

Atendiendo a las posibles soluciones que ayuden a calmar la actual sensación de crisis, Vergara aseguró que «por más heridas que estén las instituciones, todavía hay fortaleza para construir un arreglo a largo plazo. Y en la medida que eso empiece a ocurrir, la gente podría empezar a retomar la confianza. Pero puede pasar un tiempo delicado, porque hay mucha decepción de gente que creyó, lo que se convierte en rabia y enojo».

«Como sea, tenemos una institucionalidad lo suficientemente fuerte como para restituir y lograr soluciones», agregó. Cambios que en opinión del analista deben «ser muchos» y que pasan por «elevar el umbral ético y mínimo del funciomiento de las instituciones, de la política y de los negocios, porque en el mundo empresarial chileno hay prácticas que pasan inadvertidas y que en Estados Unidos significan cárcel».

Para el experto, «depositar toda la solución en una asamblea constituyente no me parece práctico. Uno se empieza a hacer preguntas: ¿Cúanta gente la compone, 200, 2.000?, ¿cómo se constituye y eligen?, ¿de dónde vienen?, ¿todas las regiones eligen la misma cantidad de constituyentes?, ¿serán la mitad hombres y la mitad mujeres?, ¿cuál será la cuota para los pueblos originarios? Esa discusión puede durar dos años. Y mientras tanto, ¿quién toma las decisiones? Es claro que va a generar más problemas de los que ya existen».

Compartiendo los juicios de Vergara, el cientista político de la Universidad de Chile, Patricio Gajardo, dijo para esta crónica que no ve «por ninguna parte» que la realización de una asamblea constituyente sirva como mecanismo de recuperación de la confianza ciudadana en las instituciones.

«El pasado lunes quedó demostrado que el llamado que se hizo por la AC fue un fracaso rotundo. Creo que se está intentando sacar un provecho político de una situación para instalar un tema que no tiene llegada mayoritaria en Chile. Ni siquiera dentro de la Nueva Mayoría hay un respaldo importante, lo que no significa que no se demanden cambios a la Constitución, pero entendiendo que acá el problema es de credibilidad y que la gente no plantea que se resuelva con una AC», explicó.

Según el comentarista, «faltan liderazgos, que no hay, ni en el Gobierno, ni en la oposición. No digo que estemos pasando por momentos muy difíciles, pero fáciles no son. No estamos yéndonos a una crisis total, aunque a lo mejor podría haber una crisis institucional, pero sólo unido a un descalabro económico».

«A pesar de que la economía no está óptima, no se haya en una situación de crisis terminal ni algo parecido a lo que sucede a nivel político-institucional, lo que llama a una base sólida de que la gente quiere cambios y que las cosas no sigan igual en muchas cosas que son evidentes. Pero de ahí a dar saltos al vacío, no lo creo», concluyó. (Cambio21)

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