Recaudación de las cotizaciones

Recaudación de las cotizaciones

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Un inteligente artículo de don Jorge Quiroz (“El Mercurio”, 24 de noviembre) hace una contundente crítica a las políticas de “focalización” de un muy disminuido gasto social que han prevalecido en Chile desde 1974, señalando que han acumulado una importante deuda social que sugiere transformar hoy en deuda financiera para ayudar a pacificar el país. Ello ha generado un debate en sus páginas (“El Mercurio”, 26 de noviembre), en que varios economistas se han manifestado a favor y otros en contra de aumentar la deuda pública con este propósito.

Llama la atención, sin embargo, que ninguno haya mencionado que la mayor irracionalidad de las autoridades de Hacienda a lo largo de años ha consistido en endeudar al fisco para financiar un reducido y “focalizado” gasto social presente, mientras se “ahorra” en inciertos mercados financieros, supuestamente para ayudar a solventar gastos futuros, el segundo impuesto que más dinero recauda de modo estable después del IVA: las cotizaciones previsionales.

En efecto, el impacto fiscal de acabar hoy con el ahorro forzoso de las AFP en Chile es bastante impresionante: si se terminan las AFP y el Estado se hace cargo de la recaudación de cotizaciones y pago de pensiones, así como del actual esquema de rentas vitalicias y seguro de invalidez y sobrevivencia, ello redundaría en un excedente de caja fiscal de unos 11 mil millones de dólares por año ($8,8 billones, 1/5 del presupuesto fiscal, 4,5% del PIB), ¡después de duplicar el monto de las actuales pensiones AFP! Todo ello, sin retirar del fondo de pensiones más de lo que contablemente descuenta hoy del mismo el sistema de AFP (Imacei-Cenda en www.cendachile.cl).

Al igual que sucedió en los países que, precisamente por esta razón, recientemente terminaron sus respectivos sistemas de ahorro forzoso, ello resulta a todas luces conveniente para todo el país y todos los grupos y sectores sociales que lo conforman y que hoy se muestran y expresan públicamente tal como son; a excepción naturalmente del puñado de grandes grupos que controlan este negocio y hoy disponen a su arbitrio y en su propio beneficio de estos enormes recursos públicos, a costa de acumular parte principal de la enorme deuda social que hoy ha estallado, con sacrificio para todos. (El Mercurio Cartas)

Manuel Riesco
Vicepresidente CENDA

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